JPMorgan salda cuentas con la Justicia
El grupo financiero más grande de EE UU cierra un acuerdo por 9.611 millones de euros La entidad quiere cerrar los litigios por el empaquetado de deuda hipotecaria, que heredó tras salir al rescate de Bears Stearn
JPMorgan hace borrón y cuenta nueva con los reguladores en EE UU, en un intento a la desesperada por dejar atrás las causas legales que heredó con la compra de Bear Stearns y Washington Mutual en plena crisis financiera. El grupo financiero más grande por activos del país cerró para ello con el Departamento de Justicia un acuerdo por valor de 13.000 millones de dólares —9.611 millones de euros—. El trato, que se ha anunciado esta tarde, es el segundo más grande en cuantía, tan solo superado por la multa a las tabaqueras.
La suma final incluye los 5.200 millones de dólares que JPMorgan ya acordó en octubre con la agencia de la vivienda pagar a las hipotecarias semipúblicas Fannie Mae y Freddie Mac por haberles vendido paquetes estructurados con deuda de baja calidad. Como parte del arreglo, se compromete a destinar 4.000 millones de dólares a los propietarios en dificultad para pagar su préstamos.
Es una victoria importante para exigir responsabilidades a los que causaron la crisis financiera” Eric Schneiderman, fiscal general del Estado de Nueva York
El resto sería en concepto de sanción. El acuerdo necesitaba también el apoyo de varios Estados que investigaban las prácticas de JPMorgan. Para sumarlos al pacto, la entidad se compromete a cooperar en el marco de las causas abiertas por la vía penal contra algunos de sus empleados. También acepta que un supervidor independiente controle como ejecuta los pagos.
El fiscal general del Estado de Nueva York, Eric Schneiderman, uno de los que estaba investigando las practicas de las grandes firmas de Wall Street con los bonos a base de hipotecas y que ha liderado las negociaciones, considera que el acuerdo cerrada con JPMorgan es una “victoria importante” en el marco de la batalla legal “por exigir responsabilidades a los que causaron la crisis financiera”.
Jamie Dimon, el presidente ejecutivo de JPMorgan, se implicó de lleno en la negociación con el departamento que lidera el fiscal general de EE UU, Eric Holder. Hasta el punto de que el directivo se presentó en octubre en Washington para intentar acelerar el proceso. En últimos resultados trimestrales presentó provisiones de 9.150 millones de dólares por cargas legales, que le comieron el beneficio.
El Departamento de Justicia calificó la reprimenda como la más importante impuesta a una única compañía en la historia de EE UU. "Sin lugar a dudas, la conducta descubierta por esta investigación ayudó a sembrar las semillas del colapso hipotecario", afirma Eric Holder, que dejó claro también que las investigaciones contra el fraude financiero siguen su curso. "Ninguna firma, da igual lo rentable que sea, está por encima de la ley".
Una firma con pocos controles internos
En septiembre, además, anunció un arreglo de 920 millones de dólares con las autoridades de EE UU y Reino Unido para zanjar un año de investigación por las pérdidas masivas en una cartera sintética gestionada desde Londres. La entidad admitió no haber aplicado los controles internos para evitar que esa operación se fuera de las manos. Hay un español acusado de fraude.
El pasado viernes, llegó a un acuerdo con 21 grandes firmas de Wall Street para resolver la demanda por las operaciones de empaquetado de deuda hipotecaria de Bear Steans, a las que compensará con 4.500 millones de dólares para reparar las pérdidas que sufrieron. Es el mismo grupo de clientes con los que Bank of America pactó hace dos años 8.500 millones de dólares.
Estos desembolsos, en cualquier caso, representan un daño menor para la entidad atendiendo a su cifra de negocio. Solo en el tercer trimestre registró ingresos por valor de 23.900 millones de dólares. Sin el fardo de los litigios, su beneficio rondaría los 5.800 millones. Como insiste Dimon, el banco es una fortaleza financiera. Pero su imagen está dañada, y eso es más difícil de reparar.
Lo que está por ver es cómo su departamento contable limita daños, registrando estos desembolsos como pérdidas para lograr así pagar menos impuestos. Durante la negociación, además, JPMorgan trató que parte de la multa fuera cubierta por el fondo que garantiza los depósitos en EE UU, al considerar que es un problema heredado del rescate de Bear Stearns y Washington Mutual.
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