Troikados
En septiembre de 2011, el FMI se reunía en Washington con Grecia, Irlanda y Portugal intervenidas por la troika. El Fondo presentó sus previsiones para 2014 y esperaba que la tasa de paro de Grecia se situará en el 18% en 2014 y la de Portugal en el 12%. Este mes, en sus previsiones para el próximo año espera una tasa de paro del 26% para Grecia y el 18% para Portugal.
En las previsiones de deuda pública para Grecia, acertó. No obstante, para conseguir situar la deuda en el 175% del PIB ha sido necesaria una quita que no estaba contemplada en las previsiones del Fondo. En Portugal, el error de previsión de deuda pública en dos años supera el 10% del PIB, en Italia el 15% y en España tan solo el 25%.
Parece evidente que los programas de Grecia y Portugal han sido un estrepitoso fracaso. Pero se aproximan las elecciones europeas y nadie asume la responsabilidad. Por eso a nuestros líderes europeos se les ha ocurrido buscar casos de éxito. Lo de España es de los hermanos Marx. Después de un año de programa para sanear el sistema bancario nos encontramos en el momento de mayor intensidad de restricción de crédito desde que comenzó la crisis en 2007. La troika ha fracasado, pero ni Bruselas, ni Madrid, ni Berlín, ni Fráncfort, ni Washington lo quieren asumir.
Parece evidente que los programas de Portugal e Irlanda han sido un estrepitoso fracaso
Pero el caso más sorprendente es Irlanda. Irlanda es un paraíso fiscal para empresas no residentes y sede de muchas multinacionales. Esto le ha generado un negocio que explica el 10% del empleo del país. Son empresas que se financian en sus matrices y han reactivado un ciclo de inversión. Pero el resto de la economía sigue en depresión y la recuperación ni está, ni se la espera.
Su PIB está inflado por estas multinacionales. Pero su deuda pública en 2014 será 3,5 veces sus ingresos fiscales. Para no perder el sentido de la magnitud, la deuda española estará en 2,5 veces, la francesa en 1,5 veces y solo les supera Grecia con cuatro veces. Pero el principal problema de Irlanda sigue siendo su deuda privada y, sobre todo, bancaria.
La deuda de las familias es el 200% de su renta disponible, el doble que en España. El Banco Central reconoce que el 13% de las hipotecas se retrasan en sus pagos. Pero las estimaciones privadas aprecian que una de cada tres familias no paga su hipoteca. Y el precio de la vivienda se ha desplomado.
Si ejecutases esas hipotecas y pusieras el balance a valor razonable habría que volver a recapitalizar con dinero público el sistema bancario. Esto ayuda a explicar que los bancos irlandeses sigan teniendo prácticamente cerrado su acceso a los mercados de capitales y el crédito siga disminuyendo un 5% anual para empresas y familias.
La tasa de paro está en el 13%. Pero la población activa ha caído un 5% desde que comenzó la crisis y un 25% de los ocupados trabaja con minijobs a tiempo parcial. El empleo en servicios está estancado, el industrial cae y solo crea empleo la agricultura. El tigre celta vuelve a las vacas.
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