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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Deuda empresarial y saneamiento bancario

La incertidumbre ante los próximos test de resistencia de la banca es ahora mucho menor

La reducción de las tensiones en los mercados de bonos públicos y los avances en el saneamiento bancario de los países periféricos del euro han sido determinantes en la mejora reciente del contexto financiero mundial. La circularidad entre crisis soberana, calidad de los activos bancarios y deterioro económico es menos preocupante hoy que a principios de año, pero todavía está lejos de haberse diluido. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a incidir en el nexo existente entre estos focos de riesgo para alertar del impacto potencial de un deterioro adicional de los balances empresariales sobre la salud de los bancos europeos periféricos.

La secuencia de contagio es conocida: la restricción de crédito compromete la viabilidad de aquellas empresas con alta dependencia de la financiación bancaria, dificultando el repago de sus deudas e incrementando, a su vez, la morosidad. La receta para facilitar la reducción del endeudamiento empresarial sin dificultar la recuperación económica pasa por un mayor apoyo del BCE y el refuerzo del papel del Banco Europeo de Inversiones en la concesión de crédito a compañías viables.

En países periféricos como España o Portugal, más del 70% de la deuda corporativa se concentra en empresas cuyo ratio de deuda sobre activos supera el 40% (esta proporción para Alemania o Francia no alcanza el 50%). Igualmente es relevante que en torno al 40% del endeudamiento empresarial de estos países esté contraído por empresas cuyo resultado operativo no es suficiente para cubrir los pagos por intereses de la deuda.

El FMI insiste en que el vínculo entre la crisis soberana y la banca no se ha diluido

Al margen de las cifras de endeudamiento agregado, el FMI pone el acento en dos elementos: la persistencia de ratios de deuda empresarial elevados a medio plazo y la vulnerabilidad financiera de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en un contexto de crecimiento reducido. España es, con Portugal, el país del área euro que soporta probabilidades de impago más elevadas en el segmento de las pymes. Para las empresas de mayor tamaño, cuyo proceso de saneamiento está siendo más agresivo, estas probabilidades se reducen de forma sustancial.

Tomando en consideración lo anterior, el FMI establece un escenario económico adverso y cuantifica las pérdidas potenciales que podrían sufrir los principales sistemas bancarios periféricos por su exposición a préstamos corporativos. Las conclusiones son reveladoras: dichas pérdidas podrían alcanzar 100.000 millones de euros en España, 125.000 millones en Italia y 20.000 millones en Portugal. Sin embargo, las provisiones ya realizadas por las entidades españolas serían suficientes para cubrir la totalidad de las pérdidas, mientras que en Portugal e Italia sus respectivos sectores bancarios deberían recurrir, además, a los resultados generados.

Para España, las estimaciones de pérdidas realizadas por el FMI se basan en una probabilidad de impago del crédito empresarial del 37%. En las pruebas de resistencia realizadas a la banca española en septiembre de 2012 la probabilidad media aplicada fue del 45%, por lo que el escenario adverso al que se sometió la banca española entonces sigue siendo válido. La incertidumbre sobre la naturaleza y los resultados de los próximos test de estrés es ahora mucho menor.

Sara Baliña e Itziar Sola son profesoras de Afi, Escuela de Finanzas Aplicadas

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