Competencia propone cambiar el sistema de calificación urbanística por zonas

La intervención pública sobre el suelo, tal y como se viene desarrollando en España, puede generar inestabilidad económica y provocar subidas de los precios, entre otros efectos indeseados. Aunque algunas de las peores consecuencias de la regulación urbanística de los últimos años son más que conocidas desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), publicó ayer un informe en el que llama a actuar “de forma inmediata” para favorecer la competencia en el mercado.

El supervisor español de la competencia —hasta octubre, cuando se fusionará con otros organismos en la nueva CNMC— reconoce que la intervención pública sobre el suelo está justificada, pero cree que en España configura una oferta de suelo muy rígida, que a su vez provoca rigidez en la oferta de vivienda.

Entre los principales problemas, destaca el “excesivo detalle” con el que se califican las zonas en los planes urbanísticos y la “discrecionalidad” con la que actúan las administraciones a la hora de regular.

Competencia propone dos alternativas para corregir estos problemas: Una es eliminar el sistema de calificación de zonas —y convertir en suelo urbanizable todo el que “no deba ser protegido necesariamente”— y que se pague un impuesto o tasa por construir en concepto de derecho de urbanización. La otra, sustituir los actuales sistemas de zonificación —que, según la CNC, dan muchos detalles a priori y luego las administraciones modifican demasiado— por unas reglas o estándares más generales.

En cualquier caso, aunque no se acepte ninguna de las dos soluciones, pide que "de forma inmediata", se redacten calificaciones del suelo menos detalladas —para flexibilizar los usos de cada zona— y que se obligue a tener en cuenta los efectos sobre la competencia en los distintos planes de ordenación del suelo.