El paro baja de los seis millones tras su mayor descenso de toda la crisis
La EPA del segundo trimestre arroja un descenso de 225.200 desempleados La tasa de paro retrocede hasta el 26,26% a cierre de junio La ocupación sube en 149.000 personas, hasta un total de 16.783.800
Un buen trimestre para un mercado laboral muy necesitado de buenas noticias: se ha creado empleo y ha bajado el paro. Así de entrada la música suena bien: entre abril y junio se crearon 149.000 empleos, el paro cayó en 225.400 personas y la tasa de desempleo bajó del máximo histórico del 27,1% al 26,26%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre. Pero en este primer acorde hay una nota disonante que se escucha con fuerza: hay 5,97 millones de personas sin trabajo, muchos, aunque sean (poco) menos de seis millones.
La Seguridad Social y el paro registrado habían anticipado mes a mes que en el segundo trimestre el mercado laboral había mejorado algo. La EPA que ha difundido el INE incluso sorprendió positivamente. El servicio de estudios de BBVA admitió que los datos de creación de empleo y disminución de desempleo van más allá de sus previsiones. También lo hace Sara Baliña, de AFI: “El dato ha sido bueno y ha superado lo que esperábamos”.
El Gobierno llevaba semanas anunciando que esperaba un buen dato. Tenía marcado este día en su calendario y ayer puso especial énfasis en destacar que ha sido el mejor trimestre de la crisis. Lo hizo la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y lo hizo el responsable de Economía, Luis de Guindos. Aunque lo sucedido entre abril y junio de este año se parece algo a lo sucedido en el mismo periodo de hace dos años, cuando parecía —solo parecía— que España empezaba a salir de la crisis.
Mejor o peor depende del dato que se tome. En el segundo trimestre de 2011 se crearon 151.400 puestos de trabajo; en este, 149.000. Si estos datos se limpian de los efectos del calendario (temporada alta del turismo o campañas agrícolas) se invierte el resultado: 13.100 en este ejercicio frente a 10.500. Desde aquel trimestre se han destruido 1,6 millones de empleos, lo que eleva el total desde que empezó la crisis a 3,9 millones. El número actual de parados es el segundo peor de toda la crisis.
Donde no hay discusión alguna sobre qué número es mejor es en la caída del paro: hace dos años el paro cayó mucho menos (76.500). Para explicar esta diferencia hay que fijarse en la población activa. Entonces el número de personas en edad y disposición de trabajar creció claramente; en el segundo trimestre de 2013 la caída registrada ha sido histórica, si se compara con el mismo periodo del año pasado no se encuentra otra igual en la serie estadística. El desánimo entre los parados sirve para explicar un tercio de la caída del paro: uno de cada tres desempleados menos de los contados en el pasado trimestre.
Al igual que en las EPA inmediatamente anteriores, la caída de está protagonizado por los extranjeros (82.400). En cambio, esta contracción no se corresponde con la disminución de población inmigrante que detecta la EPA. Defiende Baliña que el desánimo laboral puede ser el primer paso entre los inmigrantes para dar el paso y regresar a sus países de origen o buscar oportunidades laborales en otro lugar. Por el contrario, la población activa creció entre los españoles, un fenómeno que tiene que ver con la incorporación constante de las mujeres al mercado laboral, algo que ni siquiera ha podido detener una crisis tan intensa como la actual.
Los otros dos tercios se deben fundamentalmente al verano. “Se ha dado una contratación inusualmente fuerte en el sector turístico”, explica Marcel Jansen, de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, Fedea, “esto se deduce si observas la ocupación en Andalucía y Baleares y en el sector servicios”. Solo en esta última rama de actividad se han creado 154.800 puestos de trabajo. Le sigue otro sector donde se nota mucho la época del año: la agricultura (37.500). El saldo final empeora por el mal comportamiento de la construcción y la industria.
Pero la explicación estacional se queda corta para Jansen: “Es un dato raro, porque la economía está cayendo”. En su opinión, la contratación ha sido mayor que en otras ocasiones porque después de muchos trimestres con reducciones de plantillas las empresas han tenido que reforzarlas más que en otras ocasiones antes una temporada turística excepcionalmente buena, como han mostrado los datos de llegada de turistas de este año.
De las palabras de Baliña se deduce que comparte este análisis: “Los datos son mejores donde el turismo extranjero está tirando más, Baleares, Andalucía y Cataluña. No en Madrid, donde el turismo lo está haciendo peor”.
Para los analistas de BBVA, la mejoría también tiene mucho que ver con la evolución del empleo en la agricultura, “que creció más de lo esperado”.
Sea por el turismo o el sector servicios, una gran parte del buen dato conocido ayer, se debe a la contratación temporal. Por lo que respecta al empleo asalariado, todo su incremento se debe a la contratación temporal. Así mientras se destruyeron 50.400 puestos de trabajo indefinidos, se crearon 162.200 temporales. Estas cifras también vienen a confirmar lo que ya apuntaban los datos mensuales de contratación conocidos, en lo que los compromisos fijos tienen un peso específico muy bajo.
La caída de empleo asalariado estable también fue compensada por el incremento del trabajo por cuenta propia que, como el propio INE se encargó de recordar en su comunicado —incluso por encima de la caída del desempleo— creció en 37.200 ocupados. Casi la mitad de esta subida se debió a lo que INE llama “empresarios sin asalariados o trabajador independiente”. Habitualmente, cuando en medio de una crisis larga, este grupo crece, los expertos lo achacan a un movimiento de gente que al no encontrar otra cosa decide buscarse la vida por su cuenta aunque esto no se traduzca en alta en la Seguridad Social. En esta ocasión, este análisis no se puede realizar automáticamente, ya que las facilidades dadas por el Gobierno para estimular las altas de autónomos (50 euros de cotización para los menores de 30 años) han surtido efecto.
Además de los estímulos estacionales, el frenazo en el deterioro del empleo público ha puesto su granito de arena. La ampliación del plazo para la reducción del déficit y contención del gasto público que Bruselas ha dado a España ha aliviado la presión sobre el empleo público, que en el pasado trimestre apenas cayó en 2.600 puestos de trabajo.
Confía el Gobierno, en que el pasado trimestre marque un punto de inflexión. No lo tienen tan claro los expertos. “Para crear empleo, España necesita crecer de forma sostenida, al menos, a más del 1% anualmente y eso aún está lejos. Esto no es el final de la recesión en el empleo”, analiza Jansen, “hay una enorme debilidad de la demanda interna”.
Tampoco es muy optimista Baliña, de AFI. Según su análisis, el mercado laboral camina poco a poco hacia su estabilización y no ve un gran riesgo de retroceso. Sin embargo, esto no evitará que el año se cierre con la destrucción de unos 300.000 puestos de trabajo y habrá que esperar, al menos, a 2014 para ver creación de empleo.
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