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El gigante Microsoft se reorganiza para comenzar a funcionar en bloque

La compañía trata de eliminar solapamientos e introduce cambios en la cúpula directiva

Cartel en la sede de Microsoft en Redmond.
Cartel en la sede de Microsoft en Redmond.Elaine Thompson (AP)

Microsoft necesitaba una reestructuración para adaptarse su modelo de negocio a la nueva realidad en el negocio de la computación. Y ese cambio debe pasar ya para recuperar el terreno perdido durante la última década frente a viejos y nuevos rivales. Con ese objetivo, Steve Ballmer ha presentado este jueves los detalles de una reorganización mayor de la sociedad que va acompañada de cambios en la cúpula ejecutiva.

El gran reto de Microsoft es encontrar la forma de integrar todas las piezas: el nuevo sistema operativo Windows 8, el paquete de programas de productividad Office 365, los dispositivos electrónicos, el negocio de servidores y la gestión de datos. En la nueva estructura de negocio, el programa informático que la hizo dominante en los ordenadores personales sigue siendo clave en la era móvil.

Es decir, se trata de eliminar solapamientos en una compañía que se supone habla una lengua común. Para ello se organiza por funciones y realiza los siguientes cambios en su ejecutiva. Satya Nadella, que hasta ahora estaba al frente del negocio de servidores, llevará la nueva división de productos para empresas y la gestión de datos. Julie Larson-Green pasa de Windows a liderar el negocio de dispositivos junto al de entretenimiento.

En la nueva estructura, Qi Lu supervisará el negocio Office y otras aplicaciones mientras que Tony Bates se encargará de los aspectos estratégicos de Microsoft, como las adquisiciones, fusiones y desarrollo de nuevas líneas de negocio. El primero está al frente del buscador Bing; el segundo, de Skype. Terry Myerson liderará a los ingenieros detrás de Windows para todas las plataformas.

El resto de cargos siguen igual, como el de Amy Hood en las finanzas. “Esta reconfiguración nos permitirá innovar con mayor rapidez, eficiencia y capacidad en un mundo que cambia a gran velocidad”, señala Steve Ballmer en una nota dirigida a los empleados bajo el título One Microsoft. “Siempre tuvimos una gran visión: ayudar a la gente a conseguir el pleno potencial”.

Ballmer explica que esa visión se concentró en llevar el ordenador personal a cada oficina y a cada hogar. Ahora la estrategia, señala, debe abrirse a nuevos dispositivos. “La gente elige Microsoft para trabajo lo hace porque quiere cambiar el mundo. Eso es lo que hacemos hoy y eso es lo que haremos mañana”, remacha el ejecutivo en la misiva.

En este sentido, Steve Ballmer explica que la estrategia de Microsoft se centrará en crear “una familia de dispositivos y servicios” que se puedan usar en casa, en la oficina o cualquier otro lugar. Para ello, ha insistido, se necesita actuar “bajo una única estrategia”. “Debemos compartir unos objetivos comunes para todo lo que hagamos”, ha remachado.

En esencia, la transformación busca una mejor alineación y coordinación de dispositivos, servicios y recursos de Microsoft en torno a Windows para ganar en flexibilidad y eficiencia, pero sobre todo en rapidez al presentar nuevos productos y aplicaciones. Lo dijo el propio Ballmer el mes pasado en un evento celebrado en San Francisco: “esa es la nueva norma”.

También mencionó esta necesidad de adaptación en la carta anual que el pasado octubre dirigió a los accionistas y usuarios de Microsoft. Pero ahora debía poner acción a sus palabras. Los números de la tecnológica de Redmond en realidad no son tan malos. Pero el entorno ha cambiado mucho durante los últimos diez años, con la rápida expansión de la computación móvil.

Un dato de contexto que refleja la urgencia del cambio. Las ventas globales de ordenadores personales registraron en el segundo trimestre una nueva caída de dos dígitos en las ventas, del 11,4% comparado con el mismo periodo de 2012. En el primer trimestre, según la firma IDC, fue del 13,9%. Como añade Gartner, ya acumulan cinco trimestre seguidos en negativo.

Nunca antes se había registrado una secuencia similar, lo que confirma el cambio de tendencia en el consumo. “Las tabletas de bajo precio están sustituyendo a los ordenadores de baja gama que se usan en los mercado maduros y desarrollados”, indican desde Gartner. IDC señala que la transición hacia sistemas táctiles con Windows 8 y portátiles ligeros no avanza tan rápido como se esperaba.

Es, en buena medida, una consecuencia de la prolongada crisis económica. Pero especialmente del empuje de nuevos actores en la industria como Samsung, Apple, Google y Facebook, que se muestran muy competitivos en el mercado de los productos electrónicos móviles. Eso ha creado nervios en los últimos tiempos en el seno de la compañía, algo que por otra parte puede ser bueno para acelerar el cambio.

El plan de Ballmer se esperaba desde hace dos semanas. Justo la pasada se anunció que Don Mattrick, el presidente de la división que desarrolla la Xbox, dejaba la compañía para dirigir Zynga. No se presentó entonces a un sucesor, lo que indicó la cercanía de un cambio estructural que pretende dar más cohesión a la sociedad y así integrar la experiencia del usuario.

La última vez que Microsoft emprendió una reorganización de calado fue en 2008, un año después de que Apple irrumpiera en la computación móvil con el iPhone. Entonces, la presión de los inversores fue enorme. En lo que va de año, sin embargo, sus acciones han subido un 30% gracias a los sólidos resultados del primer trimestre de 2013, pese a los problemas en el mercado de PC.

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