La deuda de Reino Unido pierde otra de sus matrículas de honor

La agencia Fitch ha arrebatado a Reino Unido la matrícula de honor que, hasta ahora, otorgaba a la calidad de su deuda. Tras esta decisión, la tercera potencia europea se queda con una única Triple A, la de Standard & Poor's, pese a que principios de año podía presumir de que todas las sociedades que se dedican a la medición de riesgos la calificaban con la máxima nota de solvencia posible.

Fitch, que ha rebajado la nota del país de AAA a AA+, justifica la decisión en los problemas que ha demostrado tener Reino Unido para reducir su alto endeudamiento. También, por la debilidad de la economía, pero como en opinión de la agencia sigue contando con unos fundamentos fuertes, una moneda propia y la deuda pública con el plazo de amortización más largo de entre sus vecinos —15 años—, su calificación se mantiene en unos niveles de elevada solvencia.

Antes que Fitch, que en los últimos meses ya había dejado claras sus intenciones de sacar la tijera, otra de las grandes del sector, Moody's, también devaluó a Reino Unido y le quitó su Triple A. Entonces, el recorte apenas se notó en las Bolsas, pero pasó factura a la libra.

En el comunicado en el que ha dado a conocer su decisión, la agencia explica que sus nuevas previsiones para Reino Unido pasan porque la deuda pública del país suba al 101% del PIB entre 2015 y 2016, cuando hasta ahora estimaba que no superase el 98%. Además, Fitch destaca que el Gobierno ha fracasado en su intento de situarla en el camino de la moderación hacia el 90% del PIB.

Sobre crecimiento, Fitch augura que el PIB británico crecerá un 0,8% este año y un 1,8% el siguiente, lo que representa el nivel potencial del país. Hasta ahora, la sociedad confiaba en que avanzase entre un 1,5% y un 2%. Con estas bajas previsiones de crecimiento y los problemas del Gobierno para reducir el déficit, el desfase entre los ingresos y gastos del Estado no bajará del 6% hasta el final de la actual legsilatura. Por este motivo y con vistas al futuro, la agencia advierte de que el próximo Ejecutivo deberá estar preparado para llevar a cabo recortes de gasto y ajustes.