Bruselas vuelve a avisar a España por graves riesgos en sus desequilibrios
Bruselas vuelve a insistir en que adopte medidas correctivas antes de que acabe este mes La Comisión mete a España en el mismo saco que Eslovenia
Nuevo toque de atención. La Comisión Europea lanzará este miércoles un aviso por los graves y persistentes riesgos que entrañan sus desequilibrios macroeconómicos para el conjunto de la eurozona. España no entra aún —en principio— en el capítulo más peligroso: la puesta en marcha de mecanismos correctores que de no aplicarse podrían acabar con una multa millonaria. Pero Bruselas vuelve a insistir en que España debe adoptar medidas correctivas antes de que acabe este mes. El Gobierno tiene previsto anunciar el próximo día 26 el plan de estabilidad para los próximos años, que incluirá las reformas que solicita insistentemente Bruselas.
De momento, va con retraso: de las 72 normas que debían aprobarse antes de finales de marzo, 41 no han visto la luz. Algunas tan relevantes como la creación de la autoridad fiscal independiente, la ley del sector eléctrico, la regulación de los servicios profesionales o una nueva reforma de pensiones. Por ahí pretende incidir Bruselas, según las fuentes consultadas, por un lado satisfecha con el esfuerzo fiscal realizado, pero por otro descontenta con la velocidad de la agenda reformista.
El examen de Bruselas viene en paralelo con el del pacto de estabilidad: España tampoco cumplió con la meta de déficit en 2011 ni en 2012
Las malas noticias son que la Comisión mete a España en el mismo saco que Eslovenia, el país con más riesgo de solicitar un rescate. Aunque el año pasado, el grado de incumplimiento emparejaba a España con Irlanda, Portugal y Chipre.
Lo más relevante es que de momento las multas quedan lejos: solo si Bruselas no se diera por satisfecha con las reformas que se presentarán a finales de mes incluiría a España dentro del procedimiento que en último término permite imponer multas de hasta el 0,1% del PIB, unos mil millones de euros. El año pasado la Comisión concluyó que España estaba experimentando “serios desequilibrios, que no son excesivos pero deben ser solucionados con urgencia”. La clave es si ahora el descontento de Bruselas sube un peldaño y la Comisión considera excesivos los desajustes, a la vista de que no solo no se han corregido sino que en algunos casos incluso han empeorado, al ritmo de la recesión.
España suspendía el año pasado —con datos de 2010— en seis capítulos: desequilibrio exterior, deuda pública, deuda privada, cuota de exportaciones, posición inversora internacional y desempleo. El paro y la deuda pública van claramente a peor, y el único capítulo que se corrige rápidamente es el déficit exterior, que este año podría convertirse en superávit, en buena parte por el desplome de las importaciones.
El examen de Bruselas viene en paralelo con el del pacto de estabilidad: España tampoco cumplió con la meta de déficit en 2011 ni en 2012, pero ahí la Comisión considera que el esfuerzo fiscal ha sido notable e incluso se decanta por dar un año más de margen. “Bruselas aprieta pero no ahoga”, apunta con ironía una fuente diplomática.
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