La fuga de capital extranjero se duplica en 2012 hasta rozar los 180.000 millones
El déficit por cuenta corriente se reduce un 78% en un año, hasta quedar en 8.257 millones
La mejora de los mercados de la recta final del año no ha servido para enderezar el rumbo de un 2012 aciago en cuanto a la diferencia entre la entrada y salida del capital extranjero de España: se esfumaron 179.221 millones de euros en el que ha sido el segundo ejercicio consecutivo con signo negativo en este indicador. Pese a la recesión, la cuenta financiera de 2009 excluyendo al Banco de España arrojó un saldo positivo de 41.517 millones en capital extranjero, y 2010 de 27.478 en 2010, pero 2011 ya muestra cómo la crisis se torna financiera para España, con una fuga de 73.393 millones en capital extranjero.
El balance final de 2012 más que duplica la pérdida del año pasado debido a que España ha caminado más que nunca en esta crisis al filo del rescate como Estado y ha tenido que sucumbir y pedir un auxilio de 30.000 millones, según reflejan los datos de la balanza de pagos hechos públicos esta mañana por el Banco de España.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, marcó el punto de inflexión el pasado verano cuando anunció que haría todo lo necesario para salvar el euro y pondría en marcha un programa de compra de bonos para ayudar los países que solicitasen la ayuda. El plan surtió efecto sin necesidad de ser ejecutado y los últimos cuatro meses del año cerraron con entradas netas de capital extranjero. Son más de 72.000 millones de euros netos desde septiembre, pero no han servido para compensar la hemorragia de las tres primeras partes del año, que tuvo su punto más crítico en marzo, cuando de una tacada se esfumaron 66.625 millones.
En las entradas de capital de diciembre se ven influidas precisamente por los fondos recibidos por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para la recapitalización de los bancos y supusieron un incremento de entradas en forma de otra inversión de las administraciones públicas y un aumento simultáneo de la inversión de cartera de España frente al resto del mundo.
Aunque la expresión "brote verde" parece desterrada del lenguaje económica dado lo largo de esta crisis -son ya cinco años-, la balanza por cuenta corriente sí permite ver una mejora económica con relación a lo vivido en 2011: el déficit entre las operaciones comerciales, de rentas y transferencias se redujo un 78%, hasta acabar en un saldo negativo de 8.257 millones. Diciembre, además, resultó el sexto mes consecutivo con capacidad de financiación neta.
El dato se explica por el buen comportamiento de la balanza comercial (la diferencia entre lo que se importa y lo que se exporta), que redujo su déficit hasta los 24.927 millones, como consecuencia de la caída de la demanda de productos extranjeros, y la buena marcha del turismo y otros servicios, con un superávit de 39.574 millones.
Si a la balanza de comercio y de servicios se le añaden otros indicadores como las rentas, las transferencias y el capital, el saldo de la cuenta corriente más el capital arroja un déficit de tan solo 1.689 millones de euros, lo que equivale a prácticamente cero con relación al producto interior bruto (PIB) de 2012.
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