Reino Unido investiga al Santander por sus servicios de información a los clientes
La FSA pone en duda la calidad de las recomendaciones que da la filial del banco español El regulador envió a agentes de incógnito a las oficinas para revisar sus políticas comerciales
El regulador bursátil británico ha abierto investigación en profundidad contra la filial en Reino Unido del Banco Santander por presuntas infracciones a la hora de asesorar a los clientes sobre sus inversiones, según informa Reuters citando a fuentes de la industria. El regulador (FSA, por sus siglas en inglés), comunicó en un informe publicado el miércoles que había iniciado una investigación más amplia sobre uno de los seis principales bancos del país, aunque sin revelar su nombre, tras someter a todos ellos a una prueba anónima sobre la calidad de sus servicios. La actuación de la institución podría acabar en sanción o provocar cambios en su licencia para prevenir que ofrezca correctamente estos servicios en el futuro.
El Santander, señala Reuters, ha declinado comentar si ella era la entidad que había sido señalada por la FSA. Además, según añade Bloomberg, un portavoz de la entidad ha indicado que examinará la mejora manera de asesorar a sus clientes en el futuro, para lo que explorará todas las opciones a su disposición. A este respecto, en diciembre, Santander UK suspendió a unos 800 asesores con el fin de mejorar su capacitación y reciclar las funciones que desempeñan de acuerdo a la nueva normativa del sector que ha entrado en vigor en enero de 2013.
En cualquier caso, la FSA aprecia irregularidades en la mayoría de los bancos analizados. Según sus conclusiones, las entidades dan una información inadecuada a uno de cada cuatro de sus clientes. Este es el resultado de la decisión de la institución de enviar a sus agentes de incógnito a las oficinas de las entidades. En estas visitas, los técnicos de la FSA se hacían pasar por simples ahorradores o inversores que preguntaban sobre dónde podían apostar su dinero sin identificarse como personal del regulador.
El FSA decidió poner en marcha esta investigación tras los múltiples casos de abusos que han salido a la luz en los últimos años. De hecho, el regulador obligó a Barclays, Royal Bank of Scotland y Lloyds a compensar a sus clientes por venderles de forma irregular productos financieros como seguros de crédito y otro tipo de derivados. El proceso ha llevado a estas entidades a tener que reservar 10.000 millones de libras (11.500 millones de euros) para indemnizar a los afectados por comercializar de forma inadecuada seguros de crédito y otros 5.000 millones de libras (7.780 millones de euros) por los derivados.
Durante las visitas de los técnicos de incógnito, realizadas en 2012, los empleados de los bancos dieron información incorrecta en 11 de cada 100 casos. Los motivos de ello fue que o bien no aclararon los niveles de riesgo implíticos en la inversión o los productos ofertados no eran acordes al perfil de los clientes y al tiempo que pensaban mantener su inversión. En el 15% de las ocasiones, la información fue insuficiente, concreta la FSA.
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