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La UE adopta un perfil bajo frente a las amenazas de Trump a Gaza

Bruselas da una respuesta tibia sobre el plan del presidente de EE UU de hacerse con el control de la Franja, aunque recuerda su respaldo a la solución de los dos Estados

Los presidentes del Consejo y la Comisión Europea, António Costa y Ursula Von der Leyen, junto con la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, en junio pasado en Bruselas.
Los presidentes del Consejo y la Comisión Europea, António Costa y Ursula Von der Leyen, junto con la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, en junio pasado en Bruselas.OLIVIER HOSLET / POOL (EFE)
María R. Sahuquillo

Las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de que tomará el control de la franja de Gaza y que desplazará de allí a su población, son de las más duras que ha emitido desde que inició su segundo mandato. Se trata de un claro ataque contra la legislación internacional. Pese a la rotundidad de ese movimiento, la Unión Europea ha dado este miércoles una respuesta muy tibia. “Tomamos nota de los comentarios del presidente Trump”, ha dicho un portavoz comunitario. “La UE permanece comprometida firmemente con la solución de los dos Estados, que creemos que es la única vía para una paz a largo plazo para ambos, israelíes y palestinos. Gaza es parte integral para el futuro Estado palestino”, ha añadido.

Bruselas, que está pendiente de qué hará Trump con los anunciados aranceles a los productos europeos y se prepara para una negociación con Washington para evitar una guerra comercial, pese a la presión internacional, ha tardado horas en pronunciarse sobre la andanada del populista republicano. En ese contexto de calibrar bien las posibles respuestas, Bruselas está siendo extremadamente cauta, pese al rechazo rotundo de la comunidad internacional —como la ONU— y de las duras críticas de varios de sus socios, como España o Alemania.

Varias fuentes comunitarias argumentan que la UE no va a reaccionar de inmediato a cada comentario o tuit de Trump, y recuerdan que la UE respalda la solución de los dos Estados y la soberanía internacional. Así lo recalcó el martes (antes de la amenaza de Washington sobre la Franja) el presidente del Consejo Europeo, António Costa, en un discurso durante una reunión de embajadores en la que hizo una férrea defensa de la soberanía en Groenlandia —parte de Dinamarca y que Trump también ha codiciado—, en Ucrania o en Oriente Próximo.

Pese a esto, el retraso y la tibieza de la Unión Europea se ha hecho notar entre las duras reacciones inmediatas de algunos de sus miembros y la indignación global. “Gaza es la tierra de los palestinos gazatíes. Deben seguir en Gaza porque Gaza es parte del futuro Estado palestino por el que España apuesta, que tiene que convivir garantizando seguridad y prosperidad al Estado de Israel”, ha remarcado el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares. La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha tachado de “inaceptable” el plan de Trump para expulsar a los gazatíes de la Franja y ha advertido de que vulnera el derecho internacional. “Gaza, así como Cisjordania y Jerusalén Este, pertenece a los palestinos”, ha recordado.

También Francia ha criticado el plan del presidente estadounidense, que desde su toma de posesión el 20 de enero ha causado varios terremotos en el tablero geopolítico global. El traslado forzoso de la población palestina “constituiría una grave violación del derecho internacional, un ataque a las aspiraciones legítimas de los palestinos y también un obstáculo importante para la solución de dos Estados”, ha dicho el Ministerio de Exteriores francés. “El futuro de Gaza no debe residir en la perspectiva de ser controlada por un tercer Estado, sino en el marco de un futuro Estado palestino, bajo la égida de la Autoridad Palestina”, ha añadido.

Trump ya lanzó hace a finales de enero que la población de Gaza debería marcharse y que se debería “limpiar” la Franja moviendo a su población a Jordania y Egipto. La idea no era nueva. A finales de 2023, el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu ya empezó a mover el plan de trasladar a decenas de miles de palestinos de la Franja a la península del Sinaí en Egipto. Incluso trasladó la idea a altas instancias de las instituciones de la UE, según varias fuentes al tanto de las conversaciones, con la intención de que el club comunitario —el mayor donante para Gaza— contribuyese con ayuda para los refugiados y presionase a Egipto para que aceptase el plan. Egipto se opuso tajantemente y varios Estados miembros criticaron la fórmula, que habría sido el fin de la solución de los dos Estados.

La guerra de Israel contra Gaza, tras los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, ha sido uno de los asuntos más divisivos en la UE. Mientras que países como España o Irlanda han sido muy duros con Israel y las vulneraciones de derechos humanos en la Franja contra la población civil, otros países, como Austria, Hungría o República Checa se han opuesto a que se reaccione con dureza a los ataques ordenados por el Gobierno de Netanyahu. La declaración de la UE que reclamaba un alto el fuego tardó muchos meses en llegar y antes se apostó por fórmulas como “pausas humanitarias”.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.
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