El consumo de cemento sufre la mayor caída desde 1936 por la crisis
El desplome fue del 34% el año pasado, hasta los 13,5 millones de toneladas El sector prevé una contracción cercana al 20% en 2013
El consumo de cemento fue uno de los mejores indicadores de la marcha de la economía española durante los años locos del ladrillo. Ahora se ha convertido en un símbolo de la crisis. El año pasado fue el peor de la historia, con una caída porcentual del consumo del 34% respecto a 2011, peor incluso que las negras previsiones del sector, según informó este jueves la patronal, Oficemen. Hay que remontarse a 1936 para encontrar un desplome mayor.
Lejos han quedado las 55 millones de toneladas que se llegaron a consumir a mediados de la década pasada, en medio de un boom inmobiliario que alimentaba la construcción de hasta 800.000 viviendas al año. En 2012 la cifra cayó hasta los 13,5 millones de toneladas, lo que sitúa este mercado a niveles de los años sesenta, por la crisis (el Gobierno calcula que el PIB se contrajo un 1,3% en 2012), que ha paralizado la construcción de viviendas y la licitación de obra pública.
“Nos enfrentamos a un dato sintomático del pésimo estado de salud del mercado cementero español que, dados los niveles de consumo actuales y con caídas porcentuales tan elevadas, ve alejarse aún más su horizonte de recuperación. Y lo peor es que a fecha de hoy prevemos una caída cercana al 20% en 2013”, explica el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.
Desde que estalló la crisis, el sector ha perdido más de 2.000 puestos de trabajo (7.252 empleos en diciembre de 2007 a 5.167 el pasado agosto) y han cerrado fábricas como la de Holcim en Jaén y Granada o Cemex en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), además de paradas de la producción en otras factorías.
Las exportaciones tampoco sirven para compensar el hundimiento del sector. Los 13 millones de toneladas que se aportaban en 1983 fueron 5,9 millones en 2012.
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