Con China en los talones
Dos zapateros españoles se instalan en Shanghái y lanzan una nueva marca
Es arriesgado bautizar como “China Girl” a una marca de zapatos. Pero los hermanos Arellano ya no le tienen miedo a nada. “La idea surgió por la canción de David Bowie”, cuenta Vicente, el director creativo de la empresa. “Sabíamos que el nombre podía resultar perjudicial por la imagen que el público tiene del made in China, pero creemos en la calidad de nuestro producto y es hora de demostrar la transformación que ha vivido el país”.
Se acabaron los tiempos en los que las marcas globales diseñaban en Occidente, enviaban los patrones al gigante asiático para fabricar barato, y exportaban el resultado de vuelta a los mercados tradicionales. China ya no es solo la base manufacturera del “todo a cien”, y el mercado local se ha convertido en Eldorado para el sector de la moda. Por eso, estos dos alicantinos aterrizaron en Shanghái en 2004, después de que la crisis del sector del calzado en España les obligase a cerrar su empresa familiar en Elda, con el propósito de invertir el proceso tradicional de la deslocalización industrial. Y lo han conseguido.
“Nos asociamos con unos compañeros suecos para crear nuestra empresa, IntoDesign, y en un principio estuvimos produciendo calzado para H&M”, explica David, responsable de la administración del negocio. Aprendieron cómo funciona el complejo mecanismo empresarial del Gran Dragón, y ahora han decidido lanzar sus propias marcas. Todo el proceso creativo se realiza en Shanghái, donde trabaja un grupo internacional de diseñadores; la fabricación se lleva a cabo en los talleres que ha abierto la empresa en Pudong, a las afueras de la capital económica de China, y los productos buscan un alcance global.
Perfil
Formados en EE UU e Italia en administración de empresas y diseño, los hermanos Arellano nacieron en el seno de una familia zapatera de Elda. Cuando la fábrica cerró por la crisis, se asociaron con unos amigos suecos para abrir intoDesign en Shanghái y fabricar zapatos para H&M y otros clientes
De hecho, los coloridos zapatos de China Girl debutarán en enero en el mercado local, y llegarán en primavera a El Corte Inglés, después de haber cosechado una buena acogida en Escandinavia. A finales de 2013, los Arellano lanzarán su segunda marca, Biezhen. “Diseñamos para una mujer muy femenina, de entre 25 y 40 años, y nos hemos posicionado en un segmento medio, explica Vicente. Tenemos que ofrecer siempre calidad”. De hecho, la empresa se ha desmarcado también estableciendo estándares europeos en su proceso de fabricación en Shanghái. “Ya no es fácil obtener licencias para manufacturas en la ciudad, así que cumplimos con los controles más estrictos en materia de medioambiente y de seguridad laboral. Aseguramos condiciones laborales dignas. No hemos venido para ahorrar, esa es una estrategia obsoleta y errónea”, explica Vicente. Han ido a China, dicen, para innovar y acceder al mercado local. Y mostrar a los clientes una fábrica en la que no se explota a los trabajadores “facilita convencer a posibles compradores”.
Proyectos
La nueva etapa de IntoDesign pasa por crear dos marcas de zapatos propias: China Girl y Biezhen, que se lanzan en 2013 en China y España
De momento, IntoDesign continúa fabricando para otras marcas. “Es lo que nos da de comer, pero esperamos vivir en el futuro solo de China Girl y de Biezhen”, señala David, consciente de que no va a ser fácil abrir camino en China. “El mercado está cada vez más saturado. A la avalancha de marcas extranjeras hay que sumar las empresas locales que han dado un salto muy importante. Todavía les falta tiempo para ponerse a nuestro nivel en diseño, pero han mejorado mucho. Contratan a diseñadores extranjeros, y marcas chinas como Asobio están listas para vender en cualquier parte del mundo”.
A favor de los alicantinos juega la segmentación del público chino, cada vez más interesado en diferenciarse con ropa y accesorios de marcas más minoritarias. Aunque sea aún un pequeño porcentaje, la enorme población del país hace que haya espacio para muchos estilos diferentes”, apunta Vicente.
Los Arellano son pioneros, pero están convencidos de que su modelo de negocio resultará cada vez más habitual. “En España se avecinan 3 o 4 años muy duros, y no se ayuda nada al empresario. Cada vez serán más los emprendedores de nuestro país que se instalen en China. El made in Spain sobrevivirá, pero solo destinado al segmento más pudiente del mercado”, vaticina David.
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