Las presiones obligan a Starbuck’s a plantearse pagar más impuestos
El parlamento británico acusa a las multinacionales de “minimizar inmoralmente sus obligaciones”
Las presiones de los medios, los consumidores y los políticos han obligado a la cadena estadounidense de cafeterías Starbuck’s a replantearse su estrategia fiscal en Reino Unido. Se da por seguro que ese replanteamiento se concretará el miércoles en el anuncio de que acabará pagando una cantidad muy superior a la actual a la hora de devengar el Impuesto de Sociedades.
El anuncio se ha producido coincidiendo con la publicación de un durísimo informe de la Comisión de Cuentas Pública de la Cámara de los Comunes en el que denuncia que tanto Starbuck’s como Google y Amazon están aplicando la legislación fiscal al pie de la letra “tanto nacional como internacionalmente para minimizar inmoralmente sus obligaciones fiscales”.
Aunque controla casi un tercio del mercado británico y asegura a sus accionistas que obtiene beneficios del 15%, Starbuck’s ha declarado oficialmente pérdidas en 14 de los últimos ejercicios fiscales y en todos esos años solo ha pagado en un ejercicio el Impuesto de Sociedades. Eso se debe a que destina una buena parte de sus ingresos en Reino Unido a pagar royalties a sus compañías en Holanda y Suiza, donde paga menos impuestos por sus beneficios.
El anuncio de Starbuck’s puede incrementar la presión sobre Amazon y Google, pero estas dos firmas tienen la ventaja de que es más difícil para el consumidor boicotear sus servicios como estaba empezando a ocurrir con las cafeterías de Starbuck’s.
El informe parlamentario se pregunta cómo es posible que Amazon, que tuvo unas ventas de más de 4.000 millones de euros a través de su portal británico, declarara solo unos ingresos de 255 millones en su filial de Reino Unido y acabara pagando tan solo 2,2 millones de euros por Sociedades. Nadie acusa a Amazon de hacer nada ilegal y los expertos apuntan que en realidad en territorio británico lo único que tiene son grandes naves de almacenamiento, en los que emplea a 15.000 personas.
Tanto sobra Amazon como sobre Starbuck’s, mucho más intensivos en mano de obra que Google, planea la duda de si en realidad están creando o están destruyendo empleo porque su presencia en el mercado británico está llevando al cierre a una cantidad ingente de cafeterías y librerías independientes. ¿Si no pagan impuestos y además no crean empleo, o muy poco y muy mal pagado, qué beneficio obtienen los británicos con su presencia?
Google es un caso aparte porque el grueso de su actividad se centra en la elaboración de su tecnología informática en Estados Unidos. Pero lo parlamentarios le reprochan que, al devengar en el paraíso fiscal de las Bermudas los beneficios que obtiene fuera de Estados Unidos, está incumpliendo el precepto, aceptado por la compañía, de que los beneficios han de pagar impuestos en las jurisdicciones fiscales en las que se originan. ¿Si los beneficios que obtiene en Reino Unido y otros países se originan en la tecnología estadounidense, porque paga los impuestos en Bermudas y no en Estados Unidos?, se preguntan los diputados?
El informe acusa al Tesoro británico de no perseguir con más determinación a las multinacionales establecidas en Reino Unido y se pregunta por qué, si en el ejercicio 2011-12 los ingresos fiscales del Tesoro aumentaron en 5.500 millones de euros, los procedentes del Impuesto de Sociedades se contrajeron en 7.800 millones. Una pregunta, esta, algo más incauta porque el informe no aclara si cayeron más entre las multinacionales o entre las empresas británicas o qué efecto pudo tener el aumento del IVA del 17,5% al 20% en ese ejercicio fiscal.
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