Iberia admite que es incapaz de defender ahora su liderazgo en Latinoamérica

El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, ha reconocido este viernes que la empresa está perdiendo terreno en las rutas que opera de España a América Latina, donde ha tenido el liderazgo durante años, en favor de rivales como Air France. "Por el momento no somos competitivos, por lo que no podemos defender la cuota de mercado que tenemos", ha afirmado en una entrevista en Radio Intereconomía. El directivo ha asegurado que el plan de ajuste presentado el 9 de noviembre, que prevé la supresión de 4.500 empleos (un 23% de la plantilla), no contempla que Vueling "sustituya" a Iberia ni que la low cost realice "nada de lo que hace" la compañía que dirige.

"Es posible que [perdamos cuota] temporalmente, pero queremos sentar las bases para crecer más; desde ahí creceremos, pero en este momento no somos competitivos", ha dicho Sánchez-Lozano ante la posibilidad de que los planes de Iberia de reducir sus rutas un 15% en 2013 pongan en peligro su liderazgo en América Latina. A finales de 2011, Iberia cerró sus rutas a Recife y Fortaleza (Brasil), y a Córdoba (Argentina), que fueron inauguradas pocos meses antes, por falta de rentabilidad.

Mientras los sindicatos se niegan a negociar un programa de ajuste que suponga una reducción de la actividad de Iberia, la dirección de la aerolínea insiste en que es la única salida para sacar de las pérdidas a la empresa, que se fusionó en 2011 con British Airways a través del holding IAG. "Es necesario hacer este plan de transformación; Iberia ha perdido 900 millones de euros en los últimos años y esta situación no es sostenible", ha asegurado. Sánchez-Lozano ha repetido que Vueling, en la que Iberia posee una participación del 45%, no se integrará en Iberia después de que IAG haya lanzado una oferta de compra para hacerse con el otro 55% del capital.

"Tenemos problemas estructurales y hay que ajustarse a la competencia", ha añadido el ejecutivo. Los representantes de los casi 20.000 empleados de Iberia consideran, sin embargo, que la situación de crisis en la que se encuentra la compañía se ha debido a la mala gestión realizada tras la fusión para favorecer a British Airways y generarle más tráfico. Para ello ponen como ejemplo el deterioro de la caja de Iberia, que ha pasado de 2.272 millones en 2008, antes de que se dieran los primeros pasos para la fusión, a 1.074 millones en septiembre pasado. Iberia rechaza esta afirmación y puntualiza que los 1.198 millones menos que hay en la caja han sido destinados a inversiones, expedientes de regulación de empleo (sobre todo prejubilaciones) y al pago de la deuda.

Pero el drástico ajuste de Iberia tampoco entusiasma al Gobierno. El secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, afirmó el jueves que la aerolínea debería presentar "un plan de viabilidad a medio y largo plazo". Tras una comparecencia en el Senado, Catalá añadió que las medidas deben llevarse a cabo en un contexto de diálogo entre ambas partes que garantice la sostenibilidad y el mantenimiento de la conectividad y del conjunto de las actividades que Iberia desarrolla. Al Ministerio de Fomento lo que le interesa y preocupa como regulador de transporte aéreo respecto a dicho plan es "el servicio en España".