El talento joven no está en recesión
El concurso ‘Consejero delegado por un día’ unirá durante una jornada los caminos de 15 jóvenes universitarios brillantes y 15 directivos de grandes compañías
Entre las aulas de la universidad y los despachos más nobles de una compañía, normalmente, hay un laberinto largo y lleno de rincones, de pasillos y escaleras que recorrer. Un laberinto del que algunos salen, y que acaba en el sillón del jefe. Los 15 jóvenes ganadores del concurso Consejero delegado por un día, sin embargo, viajarán desde la casilla de salida a la de llegada automáticamente, aunque sea solo por un día. De universitario a alto directivo durante una jornada, gracias a la iniciativa organizada por tercera vez por EL PAÍS y las consultoras Ray Human Capital y Odgers Berndtson. Para conseguirlo, han tenido que competir con los mejores y demostrar su talento. A cambio, pasarán un día acompañando a un alto ejecutivo en su puesto de trabajo. Verán durante una jornada las entrañas de alguna de las empresas más importantes de España.
Los ejecutivos que participan en 'Consejero delegado por un día'
Javier de Agustín, consejero delegado de Axa
Ángel cano, consejero delegado de BBVA
Santiago Frías, director general de Bodegas Riojanas
Robert A. Sharpe II, consejero delegado de Campofrío
Marcos de Quinto, presidente de Coca-cola España
Jérôme Boesch, director general de Danone España
José Manuel Machado, presidente de Ford España
Belén Frau, directora general de Ikea en España
Carina Szpilka, directora general de ING Direct España
José Miguel García Fernández, consejero delegado de Jazztel
Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña
José Luis Sainz, presidente ejecutivo de PRISA Noticias, consejero delegado de EL PAÍS, consejero delegado de PRISA Radio y de la SER
José María Álvarez-Pallete López, consejero delegado de Telefónica
Jacques Pieraerts, presidente y consejero delegado de Toyota España
Julián López, consejero delegado de Zurich
“Hay mucho talento joven y muchos jóvenes trabajadores, comprometidos con su carrera, con su futuro y con la sociedad”, resume Sonia Pedreira, consejera delegada de Ray Human Capital. “En España hay una buena cantera de futuros directivos”, subraya. “Lo que tenemos que conseguir es atraer a los mejores al mundo de la empresa, porque así se construye el futuro”, apunta. Una jornada con un consejero delegado como la que ofrece este concurso, razona, no va a crear empresarios instantáneamente. “Pero sí les va a mostrar cómo es dirigir una compañía: un consejero delegado es alguien que trabaja en equipo, que antes de estar ahí ha trabajado duro y que toma decisiones”, explica la responsable de la firma.
Para detectar el talento valioso para la empresa, las consultoras han decidido medirlo con los parámetros de la empresa. “Hacemos un proceso de selección que es exactamente igual al que pasa un aspirante a directivo en una empresa”, explica Pedreira. La idea es “detectar talento directivo a una edad muy temprana”, explica.
En el programa, al que se han apuntado unos 11.400 universitarios en alguna de las tres ediciones que han tenido lugar, participan los consejeros delegados o directores generales de 15 grandes compañías afincadas en España. Las pruebas de selección se han desarrollado entre julio y noviembre, y las jornadas entre estudiantes y directivos tendrán lugar entre diciembre y febrero.
Durante la organización del concurso, los ejecutivos de estas empresas acudieron a un desayuno de trabajo organizado por EL PAÍS para conocer los detalles de la iniciativa. En ese encuentro, muchos desgranaron los motivos que les han impulsado a participar. “Todos ganamos. Los jóvenes verán una perspectiva de la empresa que no suelen ver, porque cuando se tiene por ejemplo una beca, lo que se ve es la base de la pirámide, no la punta. Solo se conoce un departamento muy concreto. Por otra parte, nosotros tenemos la oportunidad de ver el talento más joven de cerca. El que empezará a llegar a nuestras empresas en dos o tres años”, señaló uno de los consejeros delegados que compartirá día con un estudiante. “Nosotros solemos trabajar con talento de 40 o 50 años. Es una perspectiva muy interesante ver el talento de personas de 20 años”, abundaba otro. Varios directivos señalaron además que esperaban transmitir el valor del esfuerzo. “Hay que demostrarles que en la empresa existe la meritocracia, que el esfuerzo tiene frutos”, apuntó otra de las ejecutivas.
La base de este programa, insisten desde la organización de las pruebas, es “que todo el mundo que entra en él se lleva algo”. Los que resulten ganadores, pasarán el día con un directivo de una gran empresa. Otros cientos, habrán vivido un proceso de selección muy similar al que se enfrentarán en un futuro, si deciden dedicarse al mundo empresarial. La experiencia siempre es valiosa. E incluso los que opten por otro camino que no pase por los despachos de una compañía, al menos tras las pruebas se conocerán un poco mejor profesionalmente, ya que las estas les enseñan sus puntos fuertes y aquellos en los que deberían trabajar.
Los estudiantes han pasado una prueba de selección para ejecutivos
El proceso de selección ha consistido en tres fases. La primera era un proceso de evaluación on line con una duración de cerca de tres horas, que incluía unas pruebas de inteligencia y de aptitudes como primera criba. Tras eso, un examen a sus expedientes académicos y currículos. “No se trata solo de tener las mejores notas. También se valoran las actividades extraescolares, desde el deporte a las actividades sociales. Está muy bien sacar buenas notas, pero queremos gente con la mente abierta, con un abanico amplio de intereses. En la época universitaria, parte de la formación tiene que venir de la vida”, señala Pedreira.
Una vez superada esa selección, las oficinas de Ray Human Capital se llenaron de chavales de toda España. Corbatas, tacones y nervios. En pequeños grupos, vivieron un proceso de selección para directivos. Pruebas escritas, dinámicas de grupo y entrevistas personales. De ahí, han salido 15 seleccionados. Algunos llegaban de carreras relacionadas con la empresa, como Administración y Dirección de Empresa o Económicas. “Pero también ha habido muchos aspirantes que estudian ingeniería, medicina o periodismo”, señala una de las entrevistadoras.
“En España hay una buena cantera de empresarios”, dice Ray Human Capital
“Los más difícil ha sido la dinámica de grupo”, explicaba una de las estudiantes, Paloma, justo después de terminar su proceso de selección. Es una de las pruebas más intensas. Una pregunta abre el debate y todos deben defender sus posturas. Destacar en la mesa no es fácil y los aspirantes notan la presión de la competencia. “Pero esto es útil, porque luego lo viviremos en el mundo real de la empresa”, explica resuelta. Ella, dice, quiere acabar en el mundo de la empresa. ¿Qué valoraría a la hora de calibrar un puesto de trabajo? “Los balances y el negocio son importantes. También la trayectoria de la compañía. Pero el ambiente y el trabajo en equipo también”, señala. “Al principio apostaría por una empresa. Pero en el futuro, sacar adelante mi propio proyecto empresarial sería muy gratificante”, apostilló Jaime, otro de los aspirantes. Ambos son estudiantes. Quizá en el futuro, sean los jefes.
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