Alemania SA está a gusto en España
Las filiales alemanas, más optimistas con su situación que con la de la economía local
La economía española va de pena, pero las empresas alemanas con presencia en España están capeando bien la crisis. Ese podría ser el resumen exprés de la encuesta sobre clima empresarial que ha elaborado la Cámara de Comercio Alemana para España. El 93% de las 865 compañías que han participado en este estudio califican la situación económica en España de “mala” o “muy mala” y solo el 6% dice que es “buena” (un 1% no contesta). Este pesimismo, sin embargo, contrasta con la visión que tienen los directivos alemanes acerca de la situación económica de su empresa; el 16% dice que es “buena”, el 63% la califica de “satisfactoria” y el 21% asegura que es “mala”. Aunque ha habido un leve empeoramiento, la visión que tienen las filiales alemanas en España sobre su negocio es muy parecida a la de 2010, último año en el que se realizó la encuesta.
Walter von Platterberg, director gerente de la Cámara Alemana en España, cree que esta dicotomía se debe a varios factores. En primer lugar, recuerda el alto grado de internacionalización de la mayoría de las empresas alemanas con presencia en España. “Si las empresas dependieran solo del consumo interno su percepción sería diferente”.
La segunda explicación que encuentra Von Platterberg es que las empresas alemanas han hecho bien los deberes y hoy son más productivas y eficientes. “Las matrices les presionaron y la consecuencia es que se encuentran bien preparadas para manejarse en un contexto de crisis”. Otro factor que está detrás de ese optimismo es que las filiales de una multinacional no necesitan acudir a los mercados para financiarse. “También hay que tener en cuenta la mentalidad de los empresarios alemanes. Sus inversiones son a muy largo plazo; que exista una tormenta económica no les pone nerviosos, saben relativizar las dificultades”, explica el director de la Cámara.
La fiscalidad es el aspecto más valorado por los directivos alemanes
La profunda crisis que atraviesa la economía española será sin duda una prueba de fuego para ese comportamiento hipotenso del que presume el empresariado alemán. En este sentido, la encuesta desvela que las compañías germanas todavía ven lejos la salida del túnel. Cuando se les pregunta cómo se desarrollará la situación económica de su empresa en 2013, el 61% dice que será “igual”, el 23% piensa que irá a “peor” y solo el 15% afirma que “mejorará”. El cambio de ciclo lo vislumbran para el bienio 2014-2015 cuando el 72% de los encuestados dice que la situación de su empresa “mejorará”.
La solución de la crisis —medida por el indicador del clima coyuntural— tardará más de lo que pensaban los empresarios alemanes en 2010. “Un dato que nos hace ser optimistas es que este indicador es mucho mejor ahora del que había en 1993 [primer año en el que se hizo esta encuesta], un momento en el que la economía española atravesó otra grave crisis”, dice Von Platterberg.
El peso empresarial alemán es muy importante para España. De hecho, entre las empresas extranjeras en el país los grupos alemanes forman el grupo más grande: unas 1.300, que equivale a un 15,9% del total de filiales extranjeras. En 2010 las compañías de la locomotora económica europea facturaron en España unos 55.000 millones de euros, aproximadamente el 5% del PIB. Alemania es el quinto país inversor en España y sus empresas crean más de 211.000 puestos de trabajo directos, según datos del Bundesbank.
Debido a este enorme peso conviene escuchar bien cómo ven las corporaciones alemanas la forma de hacer negocios en España. Los factores de éxito en el mercado español, según estos empresarios, son, por este orden, el servicio al cliente, ofrecer un precio competitivo y la calidad. “Muchas veces el producto alemán no se compra por el precio, por lo que hay que compensarlo con un servicio al cliente impecable”, dice el responsable de la Cámara.
Reclaman mayor flexibilidad laboral y una Administración más eficiente
Entre los factores bien valorados por las compañías alemanas para establecer una filial en España se encuentran la fiscalidad, la formación académica y la motivación de los empleados. Por su parte, los factores peor valorados del mercado español son las condiciones y la predisposición al pago, la eficiencia de la administración pública y la formación profesional de los trabajadores.
“Hay pocos países en el mundo que los empresarios alemanes consideren más atractivos que España para realizar nuevas inversiones”, destaca Von Platterberg. En concreto, los directivos alemanes solo preferirían invertir antes que en España en la propia Alemana, China, Brasil, India y EE UU. El resto de destinos geográficos recibe la misma o peor calificación que España, incluidos los países del Este de Europa que hace unos años eran vistos como la principal amenaza por la moda de las deslocalizaciones. Uno de los atractivos de España es que su ubicación, historia y lazos culturales permite a los empresarios alemanes que instalan aquí una filial tener un trampolín desde el que el hacer negocios en Portugal, el norte de África y Latinoamérica.
A pesar de esta buena valoración general, los empresarios alemanes también creen que el Gobierno español debe tomar medidas para mejorar el atractivo del país para inversores extranjeros. Entre estas medias, la más mencionada (el 55,3% de los encuestados la destaca) es la de introducir más flexibilidad en el mercado laboral, seguida por la mejora de la eficiencia de las Administraciones y la reducción de la burocracia (33,8%), la simplificación de las normas y procedimientos laborales (32,2%), la reducción de los impuestos (30,9%) y la mejora del sistema educativo (29,6%).
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