El litigio con inversores se come el beneficio de Bank of America

Con Wall Street tratando de entender cómo Citigroup pudo anunciar de golpe la dimisión de su consejero delegado y del jefe de operaciones, llegó el turno a Bank of America para presentar resultados. Lo hizo anunciando un beneficio de 340 millones de dólares (unos 258 millones de euros) en el tercer trimestre, frente a una ganancia de 6.230 millones hace un año. Los ingresos del segundo banco por activos en Estados Unidos también cayeron, un 28%, a 20.430 millones.

El motivo de este fuerte desplome es principalmente por los desembolsos que el gigante bancario está realizando para resolver litigios heredados, como la controvertida compra de Merrill Lynch el mismo fin de semana en el que se dejó caer a Lehman Brothers. El pacto con inversores le costó 2.430 millones, de los que 1.600 millones se cargan al tercer trimestre. A eso se le suman cuestiones fiscales en Reino Unidos y una serie de ajustes contables.

Wall Street esperaba que el banco que dirige Brian Moynihan entrara en pérdidas por estas partidas extraordinarias, lo que provocó que sus acciones subieran casi un 2% tras hacer públicas sus cuentas. El consejero delegado, como hicieron sus rivales en JP Morgan Chase, Wells Fargo y Citigroup, habla al referirse a la marcha del negocio de la entidad de “un incremento en los depósitos y en la concesión de hipotecas”.

Moynihan, después de ver lo que pasó con Citi en la víspera, comentó que el grupo financiero “se mantiene en su estrategia”. La entidad está inmersa en un intenso proceso de reestructuración a la vez que limpia asuntos pendientes de Merrill Lynch y la hipotecaria Countrywide. Todo esto en un clima de negocio que califica de complicado, por la lenta recuperación económica y la incertidumbre fiscal tanto en Europa como EE UU.

También presentó resultados Knight Capital, que el pasado agosto protagonizó un pequeño incidente técnico en Wall Street. El bautizado como mini colapso relámpago se traslada a sus cuentas trimestrales en unas pérdidas de 390 millones de dólares. En el ámbito del consumo, el gigante de la alimentación PepsiCo registró una caída del 5% tanto del lado del beneficio, a 1.900 millones, como de las ventas, a 16.700 millones.