Guindos asegura que la percepción económica sobre España está mejorando
Sobre el rescate: “Tendremos una composición de lugar en las próximas semanas” España mantiene el plan de no tener que usar la línea de crédito que pida El ministro dice que los vencimientos de deuda son “extremadamente confortables” Uno de los inversores con que se entrevistó dice que espera gran incertidumbre por España
Luis de Guindos asegura que se va de Tokio con buenas sensaciones sobre la economía española, tras haber recibido apoyo a las medidas económicas del Gobierno y percibir un ambiente más positivo de lo que era hace poco. Los problemas de España han sido un tema recurrente en las ruedas de prensa de los responsables del FMI, pero el ministro se va satisfecho con los mensajes que ha recibido.
“El ambiente es de mucho mayor optimismo con respecto a España de lo que era hace solo tres o cuatro meses, tanto en el entorno del FMI como en el sector privado. Creo que ahora hay un interés por la deuda pública española, creo que es fundamental que si la volatilidad se reduce, eso va a traer órdenes para la deuda pública española y no solo para la deuda, porque la prima de riesgo tiene una correlación muy alta con la financiación de la economía española”, ha señalado en una rueda de prensa en el Hotel Imperial de Tokio al término de las reuniones de la asamblea del FMI.
Guindos se ha estado entrevistando con autoridades, como la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, con banqueros y con inversores.” Yo salgo satisfecho por el apoyo que he recibido a las medidas del Gobierno español tanto en las reuniones bilaterales como en ámbitos más amplios. El FMI refrenda las líneas principales de la política económica española”, ha dicho.
Curiosamente, el inversor con el que venía de entrevistarse justo antes de la rueda de prensa, el presidente de Blackrock, Laurence Fink, dijo poco después a Reuters que esperaba una gran incertidumbre en los mercados por el llamado precipio fiscal de EE UU (la posibilidad de ajueste automáticos para reducir el déficit) y por las incertidumbres sobre España.
El ministro, por su parte, ha asegurado que “la situación desde el punto de vista de lo que son los vencimientos es extremadamente confortable”, pero también que “resulta fundamental para la economía española eliminar todas las dudas que existían sobre el euro, eliminar esa parte de la prima de riesgo que tiene que ver con el euro”.
“En las próximas semanas…”
En cuanto a la posibilidad de que España pida un rescate para que el Banco Central Europeo compre bonos en el mercado secundario, Guindos ha añadido algunos matices a su mensaje de los últimos días, en el sentido de que la decisión no debe demorarse demasiado.
“España considera que el programa que ha puesto sobre la mesa el BCE es un programa positivo, un programa interesante y el Gobierno español tomará una decisión al respecto tomando en cuenta todos los elementos, atendiendo a los intereses de España y la estabilidad de la zona euro”, ha señalado, para luego añadir: “Cada vez se va teniendo más información y en este sentido la estrategia del Gobierno español era la correcta, a medida que pasa el tiempo, sin que sea dejarlo pasar en exceso, se va teniendo más información, y nos vamos a hacer una composición de lugar adecuada en las próximas semanas”.
Guindos ha defendido en Tokio que lo importante no es la fórmula que se use para pedir el rescate, sino la condicionalidad, en el sentido de que España no piensa en realidad hacer uso del dinero de la línea de crédito preventiva en que probablemente se materialice el rescate, sino que solo lo pedirá para que eso sirva para cumplir el requisito que el BCE ha puesto para comprar deuda española, una vez se fijen las condiciones de ese rescate. El Gobierno ya tenía esa idea cuando lo que se planteaba era usar el sobrante del rescate bancario, una posibilidad que luego perdió fuerza, pero que en Tokio Guindos ha admitido que aún es "una posibilidad". Sea ese sobrante o una nueva línea lo que se pida, el Gobierno español no pretende usarlo porque considera que es fundamental mantener el pleno acceso a los mercados.
Austeridad
Sobre el ritmo adecuado de reducción del déficit, Guindos ha indicado que “se ha llegado a una posición de consenso de que la reducción del déficit público es ineludible, es inaplazable, aunque hay que tener en cuenta los impactos a corto plazo”. Además, ha subrayado los efectos potenciales de pérdida de confianza por incumplimiento de los objetivos. No obstante, queda abierta la puerta a renegociar los objetivos absolutos siempre que se mantenga el esfuerzo estructural.
“El Gobierno español es consciente de que está pidiendo sacrificios a la sociedad española, pero también de que estos sacrificios son necesarios e imprescindibles para volver a ver la luz”. “La reducción del déficit público es ineludible, es inaplazable, aunque hay que tener en cuenta los impactos a corto plazo”, ha concluido.
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