El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha reconocido la situación de grave crisis por la que atraviesa el sector de la leche y el riesgo de su desaparición si no se adoptan las medidas necesarias para asegurar su competitividad. España tiene una cuota de leche de 6,4 millones de toneladas y una producción real de seis millones, frente a una demanda total de productos lácteos de nueve millones de toneladas. Esa diferencia se cubre con importaciones, fundamentalmente de leche francesa, y de quesos alemanes, en una buena parte a precios bajo mínimos. Galicia concentra el 40% de la producción de leche.
Los problemas del sector responden fundamentalmente a cuatro razones: fuerte subida de los precios de los piensos; imposibilidad de repercutir los incrementos de costes en los precios de venta; utilización de la leche en la gran distribución como un producto reclamo de bajo precio (un 70% es marca blanca); y entradas de leche y quesos de Francia y Alemania por debajo de los costes mínimos de producción.
El ministro ha pedido a los industriales contratos y precios más justos con los ganaderos y, a la gran distribución, que no use la leche como un producto reclamo a bajos precios. En este aspecto destaca la política de Mercadona, que ha pedido a sus interproveedores que eleven los precios a los ganaderos en 1,50 céntimos litro, con el fin de repercutir ese incremento al consumidor.
En las próximas semanas se pretende firmar un acuerdo entre productores, industriales y distribución para clarificar y buscar un mayor equilibrio en la cadena de valor de un producto desde que sale de origen hasta el consumidor.