Europa evitó inyectar las ayudas a Bankia por falta de información
Bruselas prefirió no recurrir el fondo europeo hasta tener el examen definitivo de Oliver Wyman Economía aseguró que el dinero llegaría en agosto
Cambio de planes del Gobierno. A finales de julio y principios de agosto, el Ministerio de Economía dijo que “en cuestión de días o como máximo, semanas”, llegarían los 30.000 millones de euros de ayudas de emergencia de Bruselas. Este dinero es la primera parte del rescate bancario europeo, que puede llegar hasta 100.000 millones. La mayor parte de esta partida estaba destinado a Bankia, que ha pedido 19.000 millones de ayudas.
Sin embargo, ha pasado el tiempo y el cheque de Europa no ha llegado. Fuentes comunitarias explican que el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea pusieron reticencias a facilitar el dinero porque preferían no tocar el EFSF (el fondo de rescate europeo), para no levantar susceptibilidades entre los socios. Además, creían que había que afinar las cifras del saneamiento bancario.
El Ejecutivo español había presentado los planes de saneamiento realizados por las cuatro entidades nacionalizadas, Bankia, CatalunyaCaixa, Novagalicia Banco y Banco de Valencia. Bruselas prefirió esperar el análisis de la consultora Oliver Wyman sobre toda la banca española, que se conocerá a finales de septiembre, porque le ofrece más garantías. La UE también cuestionó la cantidad reclamada porque cree que el banco malo alterará la situación de las entidades ya que sacará parte de los activos inmobiliarios dañados.
Es decir, la UE prefirió esperar, probablemente hasta noviembre, para afinar más en el dinero que precisa Bankia y otras entidades. Esta posición supuso un jarro de agua fría para Economía, que había dicho públicamente que el dinero estaría a disposición de las entidades a principios de agosto.
El viernes pasado, Bankia —que es la entidad con urgencias reales de capital— presentó sus resultados, con unas pérdidas de 4.448 millones hasta junio, debido a los 7.510 millones de saneamientos realizados. Este agujero ha dejado a la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri con menos capital del mínimo exigido.
El plan B
Ante esta situación, el Gobierno ha acudido al plan B, es decir, ha recurrido al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Este organismo ha anunciado que inyectará unos 4.500 millones a BFA-Bankia para que recupere el nivel de solvencia. La semana que viene, probablemente mañana, se reunirá la Junta Rectora del FROB y decidirá la cifra exacta para Bankia.
Este dinero se considerará un “recapitalización puente”, es decir, es un adelanto del dinero que recibirá Bankia de Bruselas. Probablemente los millones lleguen a finales de octubre o principios de noviembre. Una vez que la UE pague el rescate, el FROB recuperará lo que ha puesto en la entidad presidida por Goirigolzarri.
Hasta ahora el FROB tiene un patrimonio de 4.139 millones, pero fuentes cercanas a la institución afirman que cuenta con recursos suficientes para realizar un préstamo por una cuantía mayor sin problemas financieros. El FROB tiene capacidad legal para endeudarse en los mercados.
Según el Ministerio de Economía, no ha habido divergencias de fondo con Bruselas, como lo demuestra el comunicado que el viernes realizó el Eurogrupo. Este organismo, que reúne a los ministros de Economía de la zona euro, respaldó el anuncio del FROB de realizar una inyección de capital inmediata en BFA-Bankia como un anticipo del programa de asistencia financiera acordado con la UE. “El Eurogrupo saluda la intención del FROB de proceder a una recapitalización puente de BFA-Bankia con vistas a garantizar que el grupo cumpla los estándares normativos mínimos de adecuación de capital a la espera del proceso completo de recapitalización y reestructuración que está en marcha según los términos del programa de asistencia financiera”, decía el comunicado.
Reacción del Eurogrupo
El Eurogrupo dio a entender que considera a Bankia una entidad sistémica, lo que implica que recibirá ayudas europeas para evitar su caída. El resto de entidades nacionalizadas no son consideradas sistémicas.
Poco antes de la nota europea, el FROB afirmó en una nota que la recapitalización, la segregación de activos y la reestructuración “garantizarán la solvencia y viabilidad a largo plazo del grupo, lo que asegurará el acceso continuado a todas las fuentes de financiación”. Durante todo este proceso, añadió el FROB, “la plena protección de los depósitos está asegurada”.
Durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes pasado, Luis de Guindos, ministro de Economía, solo explicó la posible inyección de capital del FROB en Bankia, pero no dio las razones de fondo.
Desde el Ministerio de Economía se añadió después que el mecanismo de emergencia europea “tiene procedimientos lentos y farragosos” que acabaron por descartarlo como solución para Bankia. Lo que ha resultado extraño es que desde finales de julio se hubiera manifestado que este camino era el adecuado.
Según fuentes consultadas, además de la negativa europea a tocar el fondo europeo de rescate, en el Gobierno español se consideraba que pedir la “ayuda de emergencia” del rescate europeo podía ofrecer una imagen negativa ante los mercados. Este plan está previsto por si ocurren hechos realmente graves en alguna entidad que van a ser ayudada, como una retirada masiva de depósitos, pero se considera que ese no es el caso.
Bankia ha perdido alrededor de 7.000 millones en depósitos, pero lo ha hecho en un momento en que han salido 220.000 milones en lo que va de año de todo el sector financiero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.