Endesa desata la tormenta en Chile
Los socios minoritarios de la eléctrica rechazan la mayor ampliación de capital en la historia del país
Endesa estudiaba desde abril la operación que anunció el 25 de julio: con la promesa de crear un gigante eléctrico latinoamericano, con activos y musculatura suficiente para expandirse, propuso ampliar en 8.020 millones de dólares el capital de la compañía chilena Enersis, que controla con el 60,62% de las acciones. La operación, sin embargo, ha desencadenado el rechazo de los socios minoritarios de la compañía, analistas, parlamentarios de diferentes tendencias y, como pocas veces sucede en Chile cuando se trata de una polémica del ámbito económico, el grupo español se ha transformado en el blanco de la indignación ciudadana.
El fenómeno se explica, en parte, porque entre los principales críticos de la transacción se encuentran las administradoras privadas de fondos de pensiones (AFP), dueñas del 13,3% de Enersis, que manejan las jubilaciones de la mayoría de los trabajadores. También porque en el mercado se ha instalado la sospecha de que los beneficios del negocio no se quedarían en Chile: “Enersis es controlada por la española Endesa, que, a su vez, pertenece a la italiana Enel, por lo que esta operación incluso podría financiar de manera directa o indirecta a empresas situadas en países que tienen una mayor necesidad de financiamiento derivado de la crisis económica que afecta a Europa”, señala Alfredo Parra, analista del departamento de estudios de Larraín Vial, una de las principales empresas de servicios financieros. Endesa, sin embargo, lo descarta: “No tiene sentido pensar una cosa así”, asegura Héctor López, director general de estrategia y desarrollo de la eléctrica.
Las alarmas sonaron al conocerse el monto de la capitalización, la mayor en la historia de Chile. Pero sobre todo se ha cuestionado el mecanismo elegido: Endesa propone pagar 4.862 millones de dólares mediante los activos que posee en 13 compañías de Sudamérica y que los socios minoritarios, que controlan en total el 39,4% de Enersis, aporten 3.150 millones de dinero fresco.
Otro de los focos de conflicto ha sido, justamente, la valorización de los activos que ha ofrecido Endesa. La eléctrica propuso la cifra de 4.862 millones de dólares después de un peritaje encargado al académico chileno Eduardo Walker. La tasación, sin embargo, ha sido cuestionada por diferentes corredores de Bolsa y los socios minoritarios, convencidos de que la transacción es inconveniente. “Están altamente sobrevalorados, especialmente en el contexto de la economía mundial, y en eso coincide todo el mercado nacional e internacional. Lo comprueban las recientes fluctuaciones al alza de las acciones de Endesa y de Enel y la fuerte caída de las acciones de Enersis”, indica José Antonio Guzmán, presidente de la AFP Habitat.
El fin de semana pasado, tras estallar la polémica, el presidente de Endesa, Borja Prado, ofreció entrevistas a los principales medios escritos chilenos. En conversación telefónica desde España, el ejecutivo explicó los fundamentos de la propuesta, defendió la tasación y descartó que se abriera un escenario de negociación: “Si unos accionistas, por separado, nos pusiéramos de acuerdo en otros precios de los que definió el perito, no estaría dentro de la legalidad”, dijo al periódico chileno La Tercera. El martes, sin embargo, Endesa se mostró abierta a flexibilizar la valorización de sus activos y anunció que hará una nueva propuesta sobre aumento de capital en la junta de accionistas del 13 de septiembre.
El objetivo de la compañía es crear un gigante eléctrico latinoamericano
La nueva cifra es hasta ahora una incógnita, aunque analistas de Wall Street consultados por la prensa local han estimado que bajará de 4.862 millones de dólares a 3.600 millones.
Una de las principales quejas contra Endesa tiene relación con la falta de información. “Ha propuesto un aumento de capital, pero aún no sabemos por qué ni para qué. (…) Es legítimo que los controladores quieran mejorar sus ratios de endeudamiento o maximizar sus utilidades, pero no es aceptable que la información no sea entregada de manera veraz y oportuna al mercado”, escribió el decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, Leonidas Montes.
Endesa ha reconocido durante la semana fallos en el anuncio de la operación, aunque defiende la legalidad del negocio. Tras la petición de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), el organismo regulador local, la eléctrica detalló lo que hará con los recursos del aumento de capital. “En Endesa tenemos muy claro que la operación es beneficiosa para Enersis y, evidentemente, para sus accionistas”, señala Héctor López, quien ha sostenido numerosas reuniones con las AFP en la capital chilena. “La compañía tendrá recursos para acelerar los proyectos de crecimiento que tiene en la cartera, la compra de participaciones a minoritarios y las adquisiciones de compañías, ya que se están abriendo posibilidades muy interesantes en Brasil y Colombia”, dijo.
La ampliación de capital debe ser aprobada por el 66% de los presentes en la junta del 13 de septiembre. A Endesa, sin embargo, le bastaría con su 60,62% de participación, ya que pocas veces llega el 100% de los accionistas. En ese caso, las AFP podrían verse obligadas a comprar. Las posiciones parecen irreconciliables y la viabilidad de la operación está en riesgo. “¿Entusiasma ser socio de alguien que intenta perjudicarte?”, se pregunta Ignacio Álvarez, gerente general de la AFP Cuprum. “Si Endesa reconoce el error garrafal, vuelve a plantear todo en términos transparentes y de forma conveniente para todos los accionistas, quizá se podría recuperar la confianza y conversar”.
La SVS manifestó el viernes que existe un conflicto de interés “evidente” entre Enersis y Endesa y dio un plazo de cinco días hábiles al directorio de la primera para resolver la cuestión.
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