El Gobierno reduce a tres los días de libre disposición de los funcionarios
La paga de Navidad solo se suprime este año. Montoro justifica la medida en la necesidad de equiparar a los trabajadores con el sector privado
Los funcionarios no cobrarán la paga extraordinaria de Navidad en 2012; perderán buena parte de los días libres que tienen ahora, se quedarán en tres; se les recorta considerablemente el sueldo que reciben cuando están; y, además, se toman varias medidas para reducir el número de liberados sindicales y las horas de representación que tienen los delegados elegidos por los funcionarios. Con estos acuerdos que ayer tomó el Consejo de Ministros, el Gobierno espera ahorrar 6.315 millones.
Hasta ahora, los funcionarios tenían seis días libres al año, conocidos como moscosos. Conforme un trabajador público acumulaba antigüedad, el número de días libres crecía y tenía derecho a más días de vacaciones (hasta cuatro en este último caso). Una vez se publique el real decreto, estos últimos desaparecerán —tanto los días libres como los de vacaciones— y los moscosos se reducirán a tres.
Por lo que respecta a la paga de Navidad, los funcionarios solo dejarán de ingresar este dinero en 2012, según explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Este recorte supone una rebaja del salario bruto anual de los funcionarios que está entre el 5% y el 7%, y supone un ahorro de unos 4.000 millones de euros.
Para hacer más llevadera la medida a los trabajadores públicos, que con este recorte pierden entre un 5% y un 7% de su salario bruto anual, Montoro prometió que recuperarán en 2015 estos ingresos perdidos. Entonces, “con una situación económica muy diferente”, se les devolverá el dinero.
Además de la paga extra, los empleados de la Administración cobrarán menos sueldo cuando estén de baja. Según la referencia publicada ayer por La Moncloa, durante los tres primeros días de incapacidad temporal, los funcionarios cobrarán, como máximo, el 50% del sueldo. Entre el cuarto día y el vigésimo, la cantidad que cobrarán pasará a un máximo del 75%. En este caso, la justificación del Ejecutivo es doble: por un lado, combatir el absentismo en el sector público y, por otro, “obtener un ahorro del gasto público”.
Tanto esta medida como la que decreta la reducción de días libres permite reducir la plantilla de la Administración. El aumento de días de trabajo de los empleados públicos permite el mantenimiento de servicios sin tener que contratar a trabajadores temporales o cubrir bajas con interinos.
Entre lo anunciado ayer, ni en la rueda de prensa ni en los comunicados posteriores, no hay ni rastro del aumento de horas semanales de trabajo de los funcionarios que Montoro anunció el pasado lunes.
La cuarta medida de ajuste en el empleo público supone un recorte de horas de representación sindical y una reducción del número de liberados en la Administración central. Según explica el Ministerio de Administraciones Públicas, lo que se ha hecho es dejar sin efecto todos los acuerdos firmados que han elevado el número de créditos horarios o liberados por encima de legislación vigente.
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