La línea aérea uruguaya Pluna suspende pagos y deja de volar indefinidamente
El Gobierno del país sudamericano descarta salir al rescate de la compañía aérea Los vuelos estaban suspedidos desde el martes por una huelga
La compañía aérea Pluna, la línea de bandera de Uruguay, ha suspendido pagos horas despues de cancelar todos sus vuelos de forma indefinida. La empresa tomó la decisión al no lograr un rescate con dinero público del Gobierno que preside José Mujica para seguir operando. En un comunicado, la compañía anunció "la suspensión de todos sus vuelos de forma indefinida, en función de que la situación económico-financiera de la empresa hace imposible asegurar una adecuada operación".
La negativa del Estado uruguayo, que posee un 25% de la compañía, fue anunciada por sus ministros de Transportes, Francisco Pintado, y de Economía, Fernando Lorenzo. Según Lorenzo, la inyección de capital estatal ni está regulada "ni se ha solicitado". Ahora, han añadido, la prioridad del Gobierno es "asegurar y recomponer la conexión aérea del país". Los aviones de la empresa no volaban desde el martes por una huelga de sus funcionarios, lo que había dejado a 8.000 pasajeros en tierra. La suspensión, producida en plena época de vacaciones invernales, puede afectar a más de 75.000 pasajeros.
El pasado 15 de junio el Gobierno uruguayo anunció un plan para la "salida ordenada" del grupo argentino Leadgate, socio mayoritario de Pluna, tras el fracaso del plan de negocios llevado a cabo durante los últimos cinco años. Esta decisión se tomó tras las amenazas de la petrolera estatal Ancap de cortar el suministro de queroseno a la aerolinea por deudas por valor de 18,5 millones de dólares (14,9 millones de euros).
Leadgate abandonó Pluna dejando un pasivo de 301 millones de dólares (242 millones de euros). Tras la salida de la empresa, el consejo de administración de Pluna ha buscado un nuevo socio para salvar la empresa, sin éxito. El interés del empresario naviero Juan Carlos López Mena, que este había supeditado a la venta de aviones de Pluna y al despido de 200 funcionarios, provocó una huelga de empleados y la posterior retirada de la oferta.
Pintado no quiso hacer declaraciones sobre la posibilidad del cierre definitivo de la empresa, remitiéndose a las decisiones del consejo de administración. Pluna, fundada en 1936, pasó en 1995 a manos de la empresa brasileña Varig, que tuvo que revenderla en 2006 por sus propios apuros financieros.
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