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El nuevo gerente de YPF negoció su fichaje por la petrolera en 2009

Miguel Galuccio pidió un sueldo millonario y el traslado de su cuadra de caballos. El directivo protagonizó un vídeo en el que se alaba la venta del grupo a Repsol

Anuncio que protagonizó Galuccio en 1999 en el que se alababa la venta de YPF a Repsol
Francisco Peregil

El nuevo gerente de YPF es todo un símbolo en Argentina. Se llama Miguel Galuccio. “Tiene 44 años, recién cumplidos, un hombre muy joven, formado en la Argentina; ingeniero en petróleo, recibido [licenciado] en 1994, en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires; nacido en Paraná, Entre Ríos; con dos hijos”, así lo presentó la presidenta, Cristina Fernández al promulgar la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en YPF el pasado 4 de mayo. “Pero quiero decirles que lo importante es la conformación de un equipo de gente joven, de un ingeniero que además trabajó en YPF y que para mí significa también un símbolo, que es recuperar a los que se nos fueron, cuando pasó lo que pasó en la Argentina con nuestra empresa nacional. Porque él trabajó mientras YPF fue Argentina, mientras estaba nacionalizada, aún dentro de la participación del capital privado”.

En realidad, Galuccio trabajó también cuando Repsol compró YPF en 1999. Aunque su currículo indica que a los pocos meses de la operación Galuccio decidió buscar “nuevos horizontes por no coincidir con el modelo del nuevo management”, el ingeniero tuvo tiempo de protagonizar en diciembre de 1999 un vídeo en el que se ensalzaba la compra de YPF por parte de Repsol. El anuncio comenzaba con la imagen en blanco y negro de unos niños corriendo mientras el actual gerente, nacido en la provincia de Entre Ríos, relataba: “Me acuerdo de aquella laguna que estaba cerca de mi casa en Entre Ríos. Cuando iba a nadar, mi gran desafío era llegar a esa plataforma que parecía tan lejana”. Los niños saltaban al agua, nadaban y el actor que doblaba la voz de Galucio proseguía: “Y creo que fue ese día en que llegué cuando supe que podría ir todavía más lejos”. El niño subía a la pequeña plataforma de madera, la música cobraba más dinamismo y ya, en imágenes de colores, aparecía Galuccio descendiendo de un helicóptero, con un chubasquero de Repsol-YPF: “Ahora soy ingeniero de petróleo y trabajo en una plataforma de extracción de YPF en el Atlántico Norte”. Una voz en off añadía: “Miguel Galuccio es uno de los tantos argentinos que trabajan para Repsol-YPF, una fusión entre dos grandes empresas que se unen para ser todavía más grandes, una compañía que opera en los cinco continentes, que produce más de un millón de barriles de petróleo por día y con reservas para abastecer de combustible a la Argentina por 30 años. Porque para ser grandes hay que estar en el lugar que sea necesario. Y eso, lo supimos siempre: Repsol YPF, una de las compañías petroleras más grandes del mundo”.

Tras la negativa de Galuccio, Repsol envió a Argentina al asturiano García Blanco. Con él se descubrió el yacimiento de Vaca Muerta

Finalmente, Galuccio se marchó de YPF y de Argentina. Y se convirtió en “uno de los cuatro directivos más importantes de la empresa petrolera de servicios Schlumberger, una de las más importantes del mundo, el único ejecutivo latinoamericano que había alcanzado un puesto directivo tan alto”, según la presidenta Fernández.

Diez años después de rodar el anuncio, a principios de 2009, Galuccio negoció con su compatriota Sebastián Eskenazi, entonces consejero delegado de YPF en Argentina y gran amigo de la familia Kirchner hasta hace seis meses. Entre Eskenazi y Galuccio se interpuso un obstáculo para llegar a un acuerdo: Galuccio exigía dos millones de dólares y el traslado de su cuadra de caballos de polo desde Londres a Buenos Aires, según indicaron fuentes próximas a la negociación. Este periódico intentó sin éxito contactar con Galuccio para conocer su versión.

El nuevo gerente de YPF, Miguel Galuccio, en una imagen tomada en 2008
El nuevo gerente de YPF, Miguel Galuccio, en una imagen tomada en 2008AFP

El Gobierno ha dejado claro que quiere organizar una empresa con “un perfil absolutamente profesionalizado”. “Lo cual no quiere decir que no tenga dirección política”, aclaró Fernández entre los aplausos de los políticos peronistas invitados a la firma de la promulgación el 4 de mayo en la Casa Rosada.

Sobre la capacitación de Galuccio se ha producido un gran consenso en Argentina: es la persona ideal. En cuanto a las condiciones salariales también hay consenso: no ha habido ninguna crítica, ni ninguna información. La revista argentina Perfil informó de que Galuccio percibía en Londres 856.000 dólares anuales desde 2006. Se sabe, eso sí, que Galuccio es consciente de que ha entrado en la historia del país. “Así le dijo a la presidenta en su casa en Calafate: "Esto es la historia, presidenta, y yo sé que usted está asumiendo un riesgo importantísimo y yo quiero estar a la altura de las circunstancias”, declaró la persona que se lo presentó a Fernández, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri.

En el Congreso argentino no paran de asociar el término expolio a Repsol

Respecto a la actuación profesional de quienes antecedieron a Galuccio en el mando de la empresa, también existe unanimidad. Durante las sesiones del Congreso argentino para sancionar el proyecto de expropiación, todos los partidos políticos han repetido decenas de veces la expresión “vaciar”, cuando no “expoliar”, “saquear” o “depredar”. Repsol “vació” YPF, “se llevó” fuera del país los beneficios de la mayor empresa argentina y no invirtió en explorar nuevos pozos. El nombre de Tomás García Blanco no se ha oído en ningún momento.

García Blanco fue el ingeniero asturiano a quien Repsol-YPF envió en 2009 a Argentina en lugar de Galuccio por un salario y una mudanza bastante más módicos de las que demandaba Galuccio. Gracias a él y a una inversión de más de 300 millones de dólares en exploraciones en la provincia de Neuquén, Repsol-YPF descubrió en Argentina en junio de 2010 los yacimientos de Vaca Muerta, la tercera mayor reserva de gas no convencional del mundo. García Blanco fue el hombre que hizo posible que Cristina Fernández visitara la sede de YPF en diciembre de ese mismo año y anunciara en televisión el hallazgo de Vaca Muerta con estas palabras: "Ojalá todo esto, que es algo concreto, objetivo... el crecimiento, las reservas, los recursos explotados, la duplicación de los pozos produciendo, el crecimiento de los barriles, las inversiones... tuviera también no solamente un espacio de propaganda en los diarios, como anunciantes de YPF, sino que también todos pudieran recoger en su editoriales, en sus notas, eso que también ustedes vuelcan como anunciantes". Después de cinco meses de ataques del Gobierno a Repsol, todos aquellos datos concretos y objetivos se han evaporado en la opinión pública. Es como si el yacimiento de Vaca Muerta, el gran tesoro energético de Argentina, se hubiera descubierto solo, brotando de la tierra de un día para otro.

Un antiguo directivo argentino de YPF, de los que mantenían excelentes relaciones con el Gobierno hasta hace seis meses, señala: “Tomás García fue el gran artífice de ese hallazgo. Pensaba terminar aquí su vida profesional y quedarse para siempre a vivir en Argentina. Pero tuvo que abandonar la empresa de un día para otro y salir del país como si hubiera hecho algo malo”.

A pesar de todo, el anuncio que filmó Galuccio en 1999 se vuelve más actual que nunca: “Y creo que fue ese día en que llegué cuando supe que podría ir todavía más lejos”. Ya ha llegado a la plataforma más alta de la empresa más grande del país.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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