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Rajoy fía la recuperación a la devaluación interna y al tirón de la economía mundial

El Gobierno prevé más competitividad con la reforma laboral y el descenso en cotizaciones sociales Las previsiones de Economía pasan por que el crecimiento de las exportaciones se duplique en 2013

Jesús Sérvulo González
Muelle de contenedores en el Puerto de Valencia.
Muelle de contenedores en el Puerto de Valencia. Carles Francesc

Por muy duraderas que sean las tormentas, al final siempre escampa. El Gobierno confía en que comience a amainar a partir del año que viene y que salga el sol en 2014. Esas son, al menos, las previsiones que el Gobierno contempla en el plan de estabilidad 2012-2015.

Para sustentar esta mejoría se basa en las previsiones de la evolución económica internacional que elabora el FMI. “El escenario [de la economía internacional] es de moderada recuperación en 2013”, concluye el plan estatal tras analizar el último informe del organismo internacional. Y añade: “La mayor parte de las economías principales del planeta crecerán entre uno y dos puntos más en 2013 que en 2012: la zona euro mejoraría de -0,5% a 0,9%”.

En esas previsiones se basa el Gobierno para realizar sus previsiones y para depositar sus esperanzas en las exportaciones. El Ejecutivo aspira a duplicar el crecimiento de las ventas al exterior el próximo año por el tirón internacional. “Nuestro sector exterior comienza a generar un superávit”, aseguró el ministro de Economía, Luis de Guindos, hace un par de semanas tras el Consejo de Ministros. Y agregó: “La situación española está en una situación competitiva y en el sector exterior empieza a ser muy positiva”. El Gobierno prevé que las exportaciones pasen de 3,5% del PIB este año a 6,9% en 2013 y 8% en 2015.

Economía se agarra a los indicios de que la recuperación mundial se está acelerando

En esa mejora de la competitividad, el Ejecutivo ha dado prioridad a la rebaja de costes, ya sea mediante la reforma laboral, que presiona los salarios a la baja, o mediante la anunciada rebaja de cotizaciones sociales que acompañaría a la subida del IVA en 2013. A falta de control de la moneda, es una devaluación por otras vías.

“Se trata” explica el Ejecutivo “de un cuadro que, de materializarse, implicará en los años posteriores a 2012 una aportación claramente positiva del crecimiento de las exportaciones españolas. Además, se supone que la empresa española aprovechará esta oportunidad de expansión, tanto por la experiencia previa en los mercados de exportación acumulada durante los años más duros de la crisis, como por las ganancias de competitividad propiciadas, entre otros factores, por la reforma laboral”.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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