La Bolsa cae a niveles de 2009 arrastrada por constructoras y bancos
Iberdrola y ACS arrastran al Ibex en una caída del 4%, la mayor del año La prima de riesgo repunta al cierre a 410 puntos tras tocar su nivel más bajo en dos semanas
La Bolsa española ha sufrido hoy su peor caída del año, arrastrada por la mezcla letal de la desconfianza en la capacidad del sistema bancario de resolver su crisis sin ayuda exterior y la incertidumbre que no cesa sobre el mercado de deuda soberana. El Ibex 35 ha perdido hoy un 3,99%, su mayor caída del año (no registraba otra mayor desde el 1 de noviembre), que lo ha colocado en 7.079,2 puntos y lo devuelve a niveles de marzo de 2009, el momento más agudo de la crisis que desencadenó la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008.
La negociación se iniciaba en la Bolsa española con dos valores en suspenso, ACS e Iberdrola, tras conocerse ayer que la primera había puesto a la venta un 3,69% de su participación en la segunda (hasta la fecha era su principal accionista, con el 18,6% del capital). La operación supondrá unas pérdidas netas de 540 millones de euros para la compañía que preside Florentino Pérez y los ingresos obtenidos por la operación, unos 800 millones de euros, se destinarán a la reducción de deuda, según informó hoy ACS. La negociación de ambos valores se reanudaba con pérdidas, que al cierre se han situado en el 6,06% para la constructora y del 7,87% para Iberdrola.
La cotización de Repsol ha seguido encajando hoy el golpe de la expropiación de su filial argentina YPF anunciada ayer y la petrolera se ha dejado en la sesión de hoy un 6,21% que se suma al 6% que ya perdió ayer. De hecho, el valor más castigado hoy en Bolsa ha sido Sacyr Vallehermoso, propietaria de un 10% del capital de Repsol, que ha caído un 10,36%. Otras empresas constructoras y de servicios, como FCC, Abengoa y Acciona han visto caer sus cotizaciones en torno al 6%.
Los valores bancarios también han sido objeto de una fuerte presión, tras conocerse los últimos datos de morosidad del Banco de España, que muestran que los créditos de dudoso cobro en la banca volvieron a subir en febrero hasta superar el 8%, un nivel que no rebasaba desde octubre de 1994. Todos los valores del sector, el de más peso en el Ibex, se han anotado importantes caídas encabezadas por Bankinter (-6,84%), Santander (-4,03%) y Caixabank (-3,52%).
Las dudas sobre la capacidad de que los bancos españoles culminen su saneamiento por sus propios medios se han acentuado hoy tras conocerse los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima que las 58 principales entidades europeas deberían eliminar de sus balances dos billones de euros, equivalentes al 7% de sus activos.
En el mercado de renta fija, la prima de riesgo de la deuda soberana española (diferencial entre el bono a 10 años y el alemán al mismo plazo) se tomaba un respiro en las primeras horas de la jornada y, tras iniciar en 413 puntos básicos llegaba a caer hasta 395, su nivel más bajo en dos semanas.
Sin embargo, la inquietud ha regresado tras las declaraciones a la agencia Reuters del presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, que se considera un guardián de la ortodoxia del Banco Central Europeo (BCE), en las que sostiene que España debe considerar la subida del coste de su deuda como un estímulo para resolver las raíces de sus problemas y no recurrir a la institución para que le eche una mano con su programa de compra de deuda (Securities Markets Progamma, o SMP, en vigor desde 2010).
Según Weidmann, "no hay que proclamar siempre el fin del mundo" porque los tipos a largo plazo de un país superen el 6%, como ha sucedido con la deuda soberana española en los últimos días (un 7% se percibe como el umbral que puede desencadenar un rescate), y sostiene que la función del BCE no es garantizar "un particular nivel de tipos de interés para un país concreto". El presidente del banco central alemán descartó que se esté considerando la necesidad de insuflar más liquidez a la banca de la eurozona mediante operaciones de financiación a largo plazo (como los préstamos a tres años y al 1% concedidos en diciembre y febrero por un total de un billón de euros) y señaló que los límites del programa de compras de deuda "se han puesto de manifiesto". Todo ello ha servido para impulsar la prima de riesgo hasta 418 puntos básicos durante la tarde, aunque al final de la jornada se estabilizaba en 410.
Tras la subasta de letras a 12 y 18 meses de ayer, que se saldó con tipos más altos pero con una fuerte demanda que se acogió con alivio en el mercado, la atención se centra en la subasta de mañana, en la que el Tesoro prevé emitir títulos a dos y a 10 años.
El resto de las Bolsas europeas también ha vivido la jornada con pérdidas, aunque más leves que la española. Si las declaraciones de Weidmann invitan a pensar que no hay que esperar mucha más liquidez del BCE para los bancos, el Banco de Inglaterra también ha cambiado su actitud, según el acta de su última reunión de política monetaria, celebrada a principios de abril. Tras haber favorecido medidas monetarias expansivas, ahora parece empezar a preocuparse por la presión de los precios del petróleo en la inflación.
El tono bajista ya se anunciaba por la mañana con las noticias que confirman la desaceleración de la economía china han marcado el signo bajista de la apertura bursátil. Los últimos datos reflejan una caída de los precios de la vivienda en una mayoría de ciudades chinas en marzo, una caída de la inversión extranjera directa por quinto mes consecutivo y, como dato global, un crecimiento del 8,1% en los tres primeros meses del año, el menor ritmo en tres años.
La Bolsa de Londres ha perdido hoy un 0,38% a mediodía, París un 1,59%, Fráncfort un 1,01% y Milán un 2,42%. Los mercados estadounidenses se han contagiado de las incertidumbres europeas y registraban ligeras caídas a media sesión. El Dow Jones cedía un 0,44%, el Standard & Poor's un 0,31% y el Nasdaq un 0,39%.
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