El Gobierno iniciará la subasta de BdV y Catalunya Caixa la próxima semana
El ministro Guindos insiste en la necesidad de acelerar la reestructuración Confía en cerrar el proceso antes de verano y advierte de que faltan más fusiones
El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha mostrado reiteradamente su voluntad de cerrar cuanto antes la adjudicación de dos de las tres entidades controladas por el Banco de España que aun no tienen pareja de baile: Catalunya Caixa y Banco de Valencia. Con ello, se completaría una fase importante de la restructuración del sistema financiero, un paso imprescindible en el camino por recuperar la confianza en la banca española y su solvencia y, por extensión, de España, que ha visto cómo se incrementaba la presión internacional en su contra en las últimas jornadas. Ahora, sin embargo, Guindos pone ya una fecha y anuncia que la semana que viene, cuando pasen las vacaciones, se va a poner en marcha la subasta de estas dos entidades, algo que, en el caso de Catalunya Caixa se adelanta sobre el calendario previsto porque tenía de plazo hasta septiembre.
"En los próximos días, acabada la Semana Santa en España, se va a iniciar el proceso de privatización de Banco de Valencia y Catalunya Caixa", ha declarado el ministro de Economía, Luis de Guindos, en una entrevista con Reuters. "En la próxima reunión del FROB —que tendrá lugar el jueves— se va ya a iniciar el proceso de privatización de las dos (...) el proceso se va a acelerar mucho, pretendemos tenerlo cerrado antes del verano", ha añadido antes de advertir de que el tamaño de algunos de los 20 bancos nacionales es todavía inadecuado en un contexto de fuerte restricción y competencia. Traducido, que hacen falta más fusiones.
"El proceso está abierto, es importante que vayamos a entidades de mayor tamaño y hay una serie de entidades que están en torno a 70.000, 80.000 millones de euros (en activos), que yo creo que seguramente a futuro no es un tamaño suficiente", ha matizado Guindos a Reuters.
Al margen de los procesos de subasta de las dos cajas intervenidas y de las recientes adquisiciones de Unimm, Caja3 y Banca Cívica, De Guindos se ha mostrado convencido de que habrá "más operaciones en las próximas semanas".
En la próxima reunión del FROB se va ya a iniciar el proceso de privatización" Luis de Guindos
No obstante, frente a los procesos precedentes, han surgido algunos problemas para adjudicar Catalunya Caixa y Banco de Valencia ante los recelos del sector para financiar las nuevas operaciones después de que las adjudicaciones de la CAM al Sabadell y Unimm al BBVA se sufragaran con cargo al Fondo de Garantía —que financian las propias entidades—. La clave es que los eventuales candidatos exijan algún tipo de cobertura frente a las pérdidas heredadas de Banco de Valencia o Catalunya Caixa. Novacaixagalicia, la tercera en discordia con capital público, aboga por agotar el plazo y seguir buscando inversores privados para que sustituyan al FROB en su capital, ya que asegura que cuenta con seis fondos de inversión interesados.
Desde fuentes de Economía admiten que hay varias opciones para poner en marcha un Esquema de Protección de Activos (EPA) en ambas operaciones, pero mantienen las opciones abiertas, incluida a la de recurrir de nuevo al fondo de garantía, para financiarlas. Esta hucha tiene actualmente unos 2.350 millones de patrimonio (no hay datos públicos), incluyendo las aportaciones de 2011. Cada año se recaudarán unos 2.000 millones. Hasta ahora los Fondos han pagado los 1.650 millones que se colocaron en CCM; 5.249 millones para la CAM y 953 millones en Unnim. En total, 7.852 millones, aunque estas tres entidades tienen unas carteras de créditos de unos 27.000 millones, de los que el 80% de la posible morosidad que aparezca está garantizado por el Fondo.
En el caso de Catalunya Caixa, la propia entidad reconoció recientemente que cerró el ejercicio 2011 con números rojos. Al final, fueron 1.335 millones en números rojos. Al mismo tiempo, la entidad aseguraba que ha acelerado los saneamientos exigidos por el Gobierno para integrarse en otra entidad "antes de verano".
En todo caso, CatalunyaCaixa (fruto de la fusión de las antiguas cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa), desvincula los resultados del acelerón que quiere dar al proceso de integración en otra entidad adelantando los saneamientos a los que está obligada. La entidad argumenta que quiere ponerse en ello cuanto antes por el gran interés que, según dice, hay en el mercado por esa operación.
Según fuentes de la antigua caja, hoy controlada en un 89,7% por el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), hay varios grupos interesados en fusionarse con ella. Esas fuentes han explicado, además, que es ahora "es el momento" de buscar pareja, puesto que después del verano ya no quedarán tantos pretendientes libres. Además, la entidad considera que su integración en otra entidad facilitaría el canje de las participaciones preferentes en las que pueden haberse quedado atrapados sus clientes.
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad presidida por Adolf Todó anunció que, ante las pérdidas sufridas en 2011, suspenderá el pago de los cupones trimestrales de tres emisiones de participaciones preferentes y de dos de deuda subordinada, una opción a la que puede acogerse en caso de haber cerrado el año en pérdidas.
Los números rojos de Catalunya Caixa se derivan de un saneamiento contra resultados de 1.505 millones por la exposición de la entidad al sector inmobiliario. La caja, sin contar esta provisión, obtuvo un resultado neto positivo de 304 millones por su actividad financiera. Con vistas al futuro estima que la reforma le costará 1.595 millones de euros. De esta cantidad, 1.263 millones corresponden a provisiones específicas para cubrir activos dudosos o en riesgo concedidos al sector inmobiliario y 332 millones a dotaciones genéricas vinculadas a crédito promotor.
Banco de Valencia, intervenida el pasado noviembre, cerró 2011 con unas pérdidas de netas de 887 millones en 2011 una vez actualizado el valor de los activos inmobiliarios que tenía en sus balances y de los inmuebles canjeados por créditos impagados. Estos números rojos, según la cuenta de resultados de la entidad, ha reducido los recursos propios de la entidad, que en 2010 se situaban en 1.225 millones, a apenas 325 millones, lo que equivale a un recorte de 899 millones.
Además, según informó la entidad a la CNMV, la reforma financiera aprobada por el Gobierno le obligará a realizar unas provisiones de 823 millones de euros para sanear su riesgo inmobiliario, que en su caso es particularmente elevado, así como a elevar su capital en otros 428 millones.
En su caso, sin embargo, el proceso de subasta es diferente porque, a diferencia de las cajas nacionalizadas, la entidad tiene junta general de accionistas, que si se oponen frontalmente pueden dificultar mucho la venta del banco.
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