Liberalismo estatal
El mundo de creencias que se ha desmoronado ¿provocará un punto de partida para un nuevo pensamiento económico? Aquí unas lecturas irreverentes para Semana Santa
Tzvetan Todorov, uno de los mayores intelectuales de nuestro tiempo, califica las respuestas dominantes que se están dando a la crisis económica como “neoliberalismo de Estado” (Los enemigos internos de la democracia. Galaxia Gutenberg). Esta antinomia define el uso de dinero público para salvar intereses privados. A tres meses del primer lustro de Gran Recesión, continúan apareciendo libros que la desnudan y que, por tanto, son lecturas inconvenientes para los que se aprovechan de ella. Destacaremos cinco de esos libros:
El casino que nos gobierna, de Juan Fernández Vigueras (Clave Intelectual), y Economía, Mentiras y trampas, de Juan Francisco Martín Seco, siendo dos textos muy distintos, inciden en el argot propio del sistema económico. Vigueras, exdirectivo de una gran empresa, desarrolla de modo monumental no solo los juegos del sistema financiero (imprescindible su capítulo sobre los derivados), sino la ampliación del casino a los alimentos, el petróleo, el comercio sobre los créditos para las emisiones de CO2... Martín Seco elabora una especie de diccionario alternativo para mostrar cómo la economía ha devenido en una especie de dogmática moderna bajo el principio muy wittgensteiniano de que quien controla el lenguaje está en una situación de preeminencia.
Otros dos libros acuden a la historia como método de explicación. Juan Ignacio Crespo, muy acostumbrado a la pedagogía de los medios de comunicación y al rigor del estadístico, se apoya en el chartismo histórico para concluir que estamos en una crisis de largo aliento que durará, al menos, una década (Las dos próximas recesiones. Deusto). Después de un ciclo largo de crecimiento, el mundo no verá la salida a sus dificultades al menos hasta 2018. Propuesta arriesgada.
El profesor Todorov califica las salidas a la crisis con un oxímoron: neoliberalismo de Estado
El historiador Pablo Martín-Aceña hace de editor (y autor) de un libro colectivo (Pasado y presente. De la Gran Depresión del siglo XX a la Gran Recesión del siglo XXI. Fundación BBVA) en el que se establecen las analogías y diferencias entre las dos crisis mayores del capitalismo contemporáneo, con algunos enfoques muy novedosos sobre este asunto eterno.
Del libro La torre de la arrogancia (Ariel), de los profesores Xosé Carlos Arias y Antón Costas —unos meses más antiguo que los anteriores—, se puede subrayar una de sus tesis que se hace más exacta conforme el planeta pasa más tiempo sumido en dificultades extraordinarias: aunque la torre de la arrogancia está habitada por multitudes, tiene especial significación el silencio, la ignorancia e incluso las posibilidades de engaño a las que indujeron tantos científicos sociales quizá con excesivas pretensiones teóricas. El mundo de creencias que se ha desmoronado ¿provocará un punto de partida para un nuevo pensamiento económico o una schumpeteriana destrucción creativa en la teoría económica?
Algunas lecturas irreverentes para Semana Santa.
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