Caídas bursátiles ante las dudas sobre Grecia y la economía de la Eurozona

Las Bolsas europeas vuelven a poner su mirada en Grecia, ante la posibilidad de que la reestructuración de deuda soberana -la mayor de la historia- acordada hace unas semanas sea insuficiente y se vea obligada a iniciar otro canje. Así lo sostiene el responsable de deuda soberana de la agencia de calificación Standard & Poor's, Moritz Kraemer: "Puede haber más adelante, no voy a predecir hoy cuándo, otra reestructuración de la deuda en circulación", afirmó durante un acto celebrado anoche en la London School of Economics. "Entonces, los acreedores oficiales [organismos internacionales o gobiernos] tendrían que subirse al barco", añadió. En ese mismo marco, el jefe de la misión griega del FMI, Poul Thomsen, señaló que, si bien el país heleno ha efectuado un "agresivo" ajuste fiscal, aún tardará al menos una década en completar totalmente su reestructuración. Además, anticipó que, pasadas las elecciones, previstas para abril, Grecia debería hacer ajustes adicionales equivalentes "al 6% o 7% del PIB".

Todos los mercados han iniciado la sesión con pérdidas, que se han ido consolidando durante la mañana. En España, el Ibex 35 se resistía a seguir la misma tendencia y ha logrado mantenerse en verde en algunos momentos, aunque a primera hora de la tarde se rendía a la senda bajista por tercera sesión consecutiva y terminaba la sesión con una pérdida del 0,87% que lo ha colocado en hasta 7.911 puntos, un nuevo mínimo anual.

Las demás plazas europeas han registrado caídas mayores. Londres ha retrocedido un 1,15%, París un 1,43%, Fráncfort un 1,77% y Milán un 3,3%. La Bolsa italiana se ha visto arrastrada por los valores financieros.

La confianza en la economía de la zona euro cayó de forma inesperada en marzo, según se reflejó en el índice de clima empresarial y de consumo, cuya última lectura ha dado a conocer hoy la Comisión Europea, y que cayó hasta 94,4 puntos, frente a los 94,5 de febrero.

La certeza de que este trimestre la Eurozona se anotará su segunda recesión en el último lustro, ha pesado más en los mercados que la noticia de que el desempleo en Alemania se redujo más de lo previsto en marzo, hasta dejar la tasa de paro en el 6,7%, su menor nivel en dos décadas.

Los inversores también mantienen la atención en los resultados de las grandes empresas mundiales, que están empezando a acusar la debilidad de la demanda china, la vulnerabilidad de la economía europea y la tambaleante recuperación de la actividad en Estados Unidos. Hochtief, la mayor constructora alemana, ha rebajado sus previsiones de resultados para este año y Hennes & Mauritz, la segunda mayor cadena de moda de Europa, ha anunciado unas cifras inferiores a las esperadas. En China, los beneficios anuales de las compañías incluidas en el índice Hang Seng China Enterprises han sido inferiores a lo previsto en un 1,4%, según datos recogidos por Bloomberg. Petrochina también ha anunciado unas cifras para el cuarto trimestre del año pasado peores de lo esperado.

Los datos económicos procedentes del otro lado del Atlántico, que confirman que la recuperación de Estados Unidos están en marcha. No han sido capaces de tirar de Wall Street. El Departamento de Comercio ha confirmado hoy que el PIB estadounidense creció un 3% en el último trimestre de 2011, tal y como se había estimado inicialmente. Sin embargo, los beneficios empresariales aumentaron un 0,9% respecto al tercer trimestre, su menor incremento desde los últimos tres meses de 2008.

Ese último dato se interpreta como un síntoma de que la inversión empresarial y la contratación de personal se pueden ver frenadas. Hoy también se ha conocido la cifra semanal de solicitudes de prestaciones de pato, que cayeron en el periodo terminado el 24 de marzo hasta 359.000, su menor nivel desde abril de 2008, aunque el descenso, 5.000 demandas, fue inferior a lo previsto.

A media sesión los principales indicadores de las Bolsas de Nueva York cedían: el Dow Jones perdía un 0,54%, el Standard & Poor's un 0,89% y el Nasdaq, un 1,06%.

La gran preocupación en todos los mercados sigue siendo Grecia, y el posible contagio a la deuda soberana de España e Italia, los dos países que ocupan los próximos lugares de la lista de posibles intervenciones internacionales. Ello se ha reflejado en el mercado de renta fija. Hoy, la prima de riesgo española, diferencial entre el bono a 10 años y su equivalente alemán, ha llegado a tocar los 367 puntos básicos, nivel que no alcanzaba desde enero, tras iniciar el día en 349. Ha finalizado en 365. El Tesoro italiano ha logrado colocar hoy títulos a 10 años al 5,24%, la rentabilidad más baja desde agosto de 2011, y referencias a cinco años con intereses del 4,18% y 4,6% (esta última, una emisión variable). Ello no ha impedido que el diferencial con el bono alemán haya pasado de los 327 puntos básicos de la apertura a un máximo de 340 al cierre.

Grecia cerró hace unas semanas la mayor reestructuración de deuda pública de la historia, tras un acuerdo con sus acreedores privados, respaldado con ayudas del Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) por importe de 130.000 millones de euros.

Mañana, los ministros de Finanzas de la Eurozona se reúnen mañana en Copenhague para decidir el refuerzo del fondo de rescate que asistirá a los países en dificultades financieras. Se trata de poner en marcha el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, por sus siglas en inglés), que empezará a funcionar en julio con carácter permanente y sustituirá al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), que se creó con carácter provisional en 2010. En un principio estaba previsto dotar al ESM con 500.000 millones de euros, pero, tras vencer las reticencias de Alemania, esa cifra podría aumentarse hasta 940.000 millones durante un año. La diferencia, 440.000 millones equivale a la suma de los 200.000 ya comprometidos por el ESM en Irlanda, Grecia y Portugal, más un remanente de 240.000 millones. Ello implicaría la coexistencia de ambos fondos hasta 2013, según los detalles de un borrador del acuerdo que mañana se tomará obtenido por Bloomberg.

No han faltado las críticas al aumento del fondo de rescate. La última, procedente del consejero del BCE, Jens Weidmann, que ayer pronunció una conferencia en el think tank londinense Chatham House en la que aseguró que, por mucho que se refuerce el mecanismo, no se dará una solución "duradera" a la crisis: "Igual que la Torre de Babel, el Muro de Dinero nunca llegará al cielo", afirmó. Por el contrario, esa ampliación puede hacer que se asuman más "restricciones mundiales" y que, de hecho, se creen "incentivos que causen nuevos problemas en el futuro".