Atenas logra la mayor quita de deuda de la historia y desbloquea el rescate
El FMI anuncia que piensa aportar 28.000 millones al plan griego El Eurogrupo da luz verde a la entrega del segundo paquete de ayudas
Aire para Grecia: Atenas y el euro ganan tiempo. Grecia salvó este viernes un asalto más contra el riesgo a una quiebra caótica —y potencialmente contagiosa para la eurozona— con un amplísimo acuerdo voluntario con sus acreedores. Atenas se quita una carga de algo más de 100.000 millones y reducirá la montaña en la que se ha convertido la deuda pública del país hasta niveles más o menos manejables, pero además supone la luz verde definitiva para el segundo rescate europeo y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que habían retrasado el pago de esas ayudas por una mezcla de desconfianza y como medida de presión hasta que se lograra el pacto con la banca. La directora gerente de la institución ha anunciado que aportará 28.000 millones al plan de rescate.
Grecia ha logrado arrancar la mayor reestructuración de deuda de un país en la historia: una quita del 53% para la práctica totalidad de los 206.000 millones de deuda en manos privadas. En concreto, ha logrado el sí de 172.000 millones en bonos de forma voluntaria y aplicará las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) sobre otros 25.000 para obligarles a las pérdidas, con lo que la reducción de la deuda se hará afectivo sobre el 95% del total. Las CAC implican que cuando al menos dos tercios de la deuda aceptan las pérdidas, como es el caso, el resto se verá forzadas a ellas y solo afecta a los bonos emitidos bajo la ley griega, que es la mayoría del total.
“La mayor reestructuración de deuda realizada jamás abre la puerta a la esperanza para Grecia”, dijo el primer ministro, Lukas Papademos, en un mensaje televisado. El canje se llevará a cabo el lunes y los bancos recibirán una compensación de 30.000 millones por parte de Europa como compensación por la quita, que conlleva pérdidas reales de más del 70%. La Asociación Internacional de Permutas y Derivados (ISDA, por sus siglas en inglés) determinó que el pacto griego constituía una suspensión de pagos en toda regla y, por tanto, debían activarse los seguros de impago (o CDS). No debería suponer un gran golpe para este mercado, ya que según datos del Depository Trust & Clearing Corp, solo unos 2.400 millones de euros de la deuda están cubiertos por esos CDS.
Los grandes números de esta operación se conocieron el mismo día la agencia estadística griega (ELSTAT) certificó que la economía de Grecia se hundió un 7,5% interanual en el último trimestre de 2011, medio punto más de lo que se había anticipado. Cada pequeño paso de Grecia en esta carrera suya por evitar la caída se ve seguida de malas noticias.
La Comisión Europea y los ministros de Economía de la eurozona saludaron el pacto con la banca. Las palabras grandilocuentes corrieron a cargo del presidente francés, Nicolas Sarkozy: “Se ha pasado una página en la crisis financiera”. “El problema está resuelto”, destacó. Pero el futuro de la eurozona se decide más al norte: Berlín reiteró que la más mínima impresión de que la crisis se puede dar por cerrada “sería un enorme error”, explicó el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble. La reunión del Eurogrupo dio la luz verde para el segundo rescate, de 130.000 millones. Ahora deberán ratificarlos los parlamentos nacionales ante un calendario acuciante: Grecia afronta el 14 vencimientos de deuda de casi 15.000 millones.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguró que al fin “se dan las condiciones necesarias para la aprobación final de la contribución de la eurozona” al salvamento de Grecia. También el Fondo Monetario Internacional (FMI) mostró su satisfacción por el acuerdo, pero Juncker reclamó al FMI una "contribución significativa", que la institución que dirige Christine Lagarde tiene previsto fijar la semana próxima. La directora gerente del FMI anunció que propondrá a la institución que aporte 28.000 millones “para apoyar el ambicioso programa económico” de Atenas. En esa cantidad incluye las ayudas aplazadas —unos 10.000 millones— del paquete de rescate anterior de 2010. De concretarse esta cifra, el FMI rebajaría su cuota de participación en el plan de rescate respecto al primer plan de ayudas de 2010, cuando se comprometió a aportar casi el 30% de las ayudas.
El acuerdo con los bancos es un punto de inflexión. Entre los dos rescates, la UE y el FMI habrán ayudado a Grecia (con créditos a devolver) en torno a 200.000 millones, a los que hay que añadir los 100.000 millones de lastre de los que se deshace Atenas por el pacto con los bonistas. Y ni aun así consigue Grecia evitar que planee sobre su futuro la sombra de un tercer rescate.
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