Las comunidades del sur protagonizan el frenazo económico de 2011
Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía, las que menos crecieron el año pasado El estallido de la 'burbuja' inmobiliaria lastra también al litoral mediterráneo
Desde los ojos de la Gran Recesión, la convergencia autonómica atesorada en la década y media anterior tuvo mucho de espejismo, inflamado por la burbuja inmobiliaria. Cuando la mayor crisis en medio siglo hizo presencia, la economía española retomó patrones clásicos. Salvado el desplome del comercio mundial, que penalizó por unos meses a las zonas más industrializadas, fueron Madrid y las comunidades del norte las que capearon mejor el temporal, donde la recuperación parecía coger forma. Ahora que se anuncia otra recesión, el sur y buena parte del litoral mediterráneo vuelven a llevarse la peor parte.
Los primeros análisis sobre la evolución económica regional en 2011 sitúan a Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha como comunidades ya estancadas, en un año de crecimiento anémico en España, preámbulo de la nueva recesión que se augura para este año. Es la conclusión compartida por el servicio de estudios del BBVA, el Instituto Flores de Lemus y, ahora, por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que ha presentado en conferencia de prensa sus resultados.
La metodología de Funcas, que contrasta datos con los gobiernos autonómicos y hace una valoración específica para el sector agrario, le hace llegar a una estimación del crecimiento del PIB español (0,5%) ligeramente inferior al que anticipó hace unas semanas el Instituto Nacional de Estadística (0,7%). Las tres comunidades menos dinámicas, en el cálculo de Funcas, apenas reflejaron avances superiores al 0,1%. Murcia, Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares tampoco alcanzaron el promedio nacional: los rescoldos de la burbuja inmobiliaria, la importancia del sector público, ahora declinante, y el peso del turismo nacional explican un mapa regional menos boyante cuanto más al sur y más al este.
Buena cosecha
Castilla y León se benefició de una buena cosecha agraria para auparse al primer puesto del ranking de Funcas, con un crecimiento cercano al 1%. En los primeros puestos se colocan también Navarra y La Rioja, con un buen comportamiento de la industria transformadora, y Canarias que recoge los buenos resultados del turismo extranjero. “Las comunidades que reciben muchos visitantes extranjeros, como Canarias y Baleares, también tendrán un mejor comportamiento este año”, vaticinó Pablo Alcaide, director del gabinete regional de Funcas. “Madrid y las comunidades del norte también sufrirán menos el contexto de decrecimiento”, añadió.
Flores de Lemus coincide en anticipar que Madrid y Canarias estarán entre las comunidades que menos sufran el embate de la recesión, un impacto que será mucho mayor en comunidades como Castilla-La Mancha y Extremadura, precisamente los gobiernos autonómicos con mayor déficit (7,3% y 4,6% del PIB, respectivamente) al cierre de 2011. ¿Hay alguna posibilidad de que reduzcan ese déficit al 1,5%, como exige el Gobierno? “Habrá que esperar a las medidas concretas para ver si es posible, pero deberían ser las más interesadas”, fue la respuesta de Carlos Ocaña, que ahora dirige Funcas y fue secretario de Estado de Hacienda en el anterior Gobierno socialista.
Bonos patrióticos y préstamos ante el cierre de los mercados
Las comunidades rompieron otra vez su récord de financiación (llegaron a 28.000 millones de euros) para costear déficit que, en muchos casos, superaron el 3% del PIB autonómico, y vencimientos de deuda. Y lo hicieron con el mercado primario cerrado durante buena parte del año, impactado por la rebaja continua de la calificación crediticia de varios gobiernos autonómicos.
Para salir del embrollo, las autoridades autonómicas tiraron de imaginación, tuvieron que pagar un sobrecoste de intereses y recurrieron a muchas más operaciones a corto plazo, según la síntesis de Johanna M. Prieto y César Cantalapiedra, de Analistas Financieros Internacionales.
El estudio, publicado por Funcas, revela que los inversores extranjeros suministraron apenas 4.000 millones de financiación a las arcas autonómicas, menos de una quinta parte de la necesidad total. Por tipos de instrumento, los más relevantes fueron los préstamos y las emisiones públicas de títulos, como los bonos patrióticos, una práctica iniciada por la Generalitat catalana y seguida por varias comunidades: la apelación directa a inversores minoristas (a los que se paga tipos superiores al 5%) ha suministrado cerca de 10.000 millones, mientras que la colocación de deuda pública en el mercado primario apenas sumó 1.000 millones.
Las mayores dificultades para hallar financiación se reflejan también en el plazo. El volumen de créditos a corto plazo se ha duplidado (de 8.375 a 17.163 millones) respecto a 2010. Y la vida media de las operaciones realizadas se limitó a cuatro años, frente a los siete años de promedio en el ejercicio anterior.
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