El Eurogrupo aplaza al lunes la decisión sobre el segundo rescate de Grecia
Los ministros de Finanzas mantendrán una teleconferencia este miércoles La economía del país agrava su caída al 7% en medio de nuevos recortes Debe lograr las ayudas, antes de que el 20 de marzo venza una deuda de 14.500 millones
La agonía griega recibe de nuevo malas noticias. Su economía sigue en caída libre, agudizó el descenso al final del año y los ministros de la zona euro decidieron aplazar al lunes 20 de febrero la reunión prevista este martes, para aprobar el segundo rescate financiero del país. La clave del aplazamiento: un recorte pendiente de 325 millones que el Ejecutivo griego no acaba de concretar. A Grecia se le acaba el tiempo para lograr las ayudas, antes de que el 20 de marzo venza una deuda de 14.500 millones. Y, de remate, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, lanzó el mensaje tranquilizador para los mercados, pero muy preocupante para los griegos, de que Europa está “mejor preparada hoy que hace dos años” para afrontar la bancarrota y salida del euro del país.
La reunión ha quedado aplazada después de que Juncker explicara que considera que Atenas aún no cumple todos los requisitos exigidos para recibir el rescate. Pero mañana seguirán trabajando en el tema, aunque a distancia: el rpesidente del Eurogrupo comunicó a los ministros de Finanzas de la zona euro que este miércoles habrá una teleconferencia.
Lo que comerciantes y dueños de cafés lamentan cuando se les pregunta, la caída del consumo, se puso en cifras el mismo día que el Gobierno se afanaba en concretar el plan de recortes y reformas, por valor de 3.300 millones este año, que piden Europa y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para liberar de 130.000 a 145.000 millones. No hay tienda que no se queje de la caída de ventas y zonas selectas como el barrio de Kolonaki, repleto de restaurantes elegantes y terrazas, han perdido buena parte de su público.
Traducido a números, el producto interior bruto (PIB) cayó un 7% en el cuarto trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, dos puntos más de lo que lo hizo en el tercer trimestre, según los datos de la oficina estadística griega (ELSTAT). Atenas aún debe corregir el efecto estacional para publicar el parte de guerra definitivo de la economía griega en 2011, pero como indicación, los cálculos de Bloomberg arrojan una contracción del 6,8%, frente a la caída del 6% de 2010. Este es el panorama de una Grecia que lleva cuatro años de recesión a la espalda, según Eurostat, y que afronta un nuevo ejercicio negro. El paro afecta al 21% de la población activa y la primera ola de recortes ha reducido los ingresos de la población una media del 30% al 40%, según cálculos de los sindicatos que corrobora el Gobierno.
“La recesión se ha agravado porque las nuevas medidas de austeridad han ampliado la incertidumbre sobre el país”, en opinión de Nicholas Magginas, un economista del Banco de Grecia. “Lo que nos preocupa del plan es que no hay medidas que potencien el desarrollo económico”, advierte a este diario el presidente de la patronal Seve, Dimitrious Lasksas, que reclama un plan nacional de impulso económico. El aplazamiento de la reunión del Eurogrupo solo se puede leer con preocupación desde Atenas, como un síntoma más de que los socios de la moneda única exigen cada vez más garantías antes de desembolsar los créditos, entre ellas, la firma de los principales líderes políticos.
Mientras, algunas manifestaciones siguen por la ciudad y crece el temor a un estallido social, tras las duras protestas del domingo. El Gobierno ha decidido recortar las pensiones de compañías públicas y bancos, con lo que lograrán un ahorro de 300 millones, mientras que pretende rascar otros 325 millones aún pendientes —habida cuenta de que Atenas rechaza volver a reducir las pensiones, como le pedía Bruselas— con un tijeretazo a la inversión pública y el gasto en Defensa, según una fuente oficial citada por Bloomberg.
Atenas también podará su gasto farmacéutico en 1.000 millones, incrementando el copago y la prescripción de genéricos, además del controlar la facturación fraudulenta. Por su parte, la financiación de los partidos políticos menguará de 54 a 40 millones. Se une a las medidas ya conocidas, como el recorte del salario mínimo y el recorte de 150.000 funcionarios hasta 2015. Cumplir las exigencias reducirá los ingresos fiscales y alejará los objetivos de abandonar el déficit, ahora alrededor del 9%. En definitiva, alimentará el círculo vicioso. Lo malo de tocar fondo es que la estancia allí puede prolongarse indefinidamente.
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