Brufau explica los planes de inversión de YPF a las autoridades argentinas
La petrolera Repsol intenta limar asperezas ante las críticas del Gobierno de Cristina Fernández
El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, se reunió ayer en Buenos Aires con miembros del Gobierno de Cristina Fernández para explicar a las autoridades argentinas los planes de inversión de la filial YPF en el país. Tras los hallazgos de la compañía de nuevas reservas, la petrolera planea realizar fuertes inversiones en los próximos años. Brufau acude con frecuencia a Buenos Aires, pero esta vez su visita venía marcada por un clima de críticas del Gobierno a las petroleras en general y a YPF en particular, por lo que Brufau y otros responsables de la filial argentina trataron de limar asperezas.
Brufau bajó del avión el pasado viernes en el aeropuerto de Ezeiza, en las afueras de Buenos Aires, al tiempo que el Gobierno de Fernández anunciaba que elimina una subvención de 351 millones de euros a las petroleras. YPF era una de las más perjudicadas.
La incertidumbre sobre la situación en Argentina provocó ayer una caída del 4,09% en la cotización de Repsol, hasta 20,28 euros, un precio que se sitúa ya bastante por debajo del que la petrolera pagó por un 10% del capial procedente de Sacyr, aunque luego vendió el 5% con fuertes plusvalías. Las acciones de YPF, por su parte, perdieron la semana pasada el 16% de su valor.
Ante las críticas de Fernández contra YPF por la caída en la producción de petróleo y gas de la empresa en los últimos años, y los rumores sobre la posibilidad de que el Gobierno intente renacionalizar la compañía, en la que Repsol tiene un 57%, Brufau se reunió con el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y el de Planificación Federal, Julio de Vido, a los que expuso los planes de inversión que la compañía tiene en Argentina en los próximos años para aumentar significativamente la producción de petróleo y gas.
En los últimos días, el vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, o el propio Julio de Vido, han lanzado críticas contra YPF, cuya gestión ha quedado desde el año 2008 en manos del grupo local Petersen, de la familia Eskenazi (que cuenta con el 25% del capital de la filial). Hace cuatro años, el expresidente argentino Néstor Kirchner impulsó la “argentinización” de YPF, pero para ello los Eskenazi pactaron que la petrolera distribuyera el 90% de los beneficios para poder pagar la deuda que contrajeron con Repsol y diversos bancos. Ahora, el Gobierno argentino se queja de que, desde entonces y hasta 2010, YPF repartió entre sus accionistas 3.273 millones de euros, mientras que caía la producción.
“El problema no es si YPF es privada o no privada, sino si tiene sentido nacional, si su sistema de funcionamiento está pensado en la producción petrolífera, o con lógica financiera de corto plazo”, dijo ayer el vicepresidente Boudou, en una entrevista con el canal estatal 7, refiriéndose a los anuncios de Repsol el año pasado sobre hallazgos de petróleo y gas no convencionales, y que sirvieron para mejorar su balance, según el Gobierno. “Es necesario que YPF, como tiene más del 60% del mercado de hidrocarburos en Argentina, haga uso de toda su capacidad instalada y potencialidad de inversión, que se explore, pero también que se produzca”, opinó Boudou. El vicepresidente también destacó que el año pasado Argentina sufrió por primera vez en décadas un déficit comercial energético.
De Vido también atacó a YPF cuando justificó la retirada de subsidios a la nueva inversión petrolera, al señalar que esta petrolera “no hizo las inversiones para ampliar sus refinerías en los tiempos que requiere el crecimiento sostenido de la demanda”.
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