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¿Y si el euro sobrevive?

La divisa arranca el año con mejores perspectivas y puede ser la sorpresa de 2012

ALICIA GONZALEZ
Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, bromean en la cumbre del pasado 30 de enero.
Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, bromean en la cumbre del pasado 30 de enero.John Thyss (AFP)

Tal y como ha empezado el año, parece que los mayas debían saber algo de economía cuando predijeron que en 2012 se acababa el mundo. Aunque no parece que ese vaya a ser el caso de la moneda única. Después de un otoño convulso, en el que hasta el comisario para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rhen, llegó a advertir que la cumbre del 8 y 9 de diciembre era la cita clave para salvar el euro, las medidas adoptadas en los últimos meses han devuelto cierta tranquilidad a la eurozona. Las primas de riesgo de grandes economías como Italia y España se han reducido significativamente y la moneda única ha vuelto a recuperar la cota de los 1,30 dólares.

La cumbre del próximo mes de marzo vuelve a emerger como una nueva espada de Damocles sobre la cabeza de los líderes europeos. Para entonces el Banco Central Europeo habrá quemado su último cartucho con la segunda subasta ilimitada de liquidez a tres años para los bancos y Grecia deberá hacer frente a un vencimiento de 14.500 millones de euros, al que no podrá hacer frente sin ayuda europea.

“Las declaraciones de victoria son prematuras. Grecia no estará a salvo por una pequeña reducción de la deuda. La prima de riesgo de Portugal ha llegado a máximos y varios países de la periferia europea más Italia están en recesión”, señalaba el analista Ian Campbell de Breaking Views.

Marzo surge como la próxima gran cita para salvar la moneda única

Sin embargo, el profesor Mark Harrison de la Universidad de Warwick recuerda que “el precio de un colapso desordenado del euro parece lo suficientemente grande como para que sus líderes intenten evitar que paguemos por ello” pero asegura que, con las medidas adoptadas hasta ahora, “los actuales esfuerzos solo servirán para comprar tiempo, como mucho”. En su opinión, “una eurozona sostenible de forma indefinida se limitará, quizás, a Austria, Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Puede que ni siquiera Francia”.

Pese a semejantes agoreros, lo cierto es que crecen las voces que aseguran que, una vez superada la fase de incertidumbre del pasado otoño, la supervivencia de la moneda única está garantizada. “Creo que los analistas están viendo la realidad por el espejo retrovisor. La amenaza de ruptura del euro podía ser real en verano y el otoño pasados, pero no ahora. Es más, yo creo que Europa puede ser la sorpresa de este 2012”, explica José Ramón Díez Guijarro, profesor de Entorno Económico y Análisis de Países del IE.

Los economistas Fred Bergsten y Jacob Funk Krikegaard, del Instituto Peterson International, aseguraban en un reciente artículo que “la crisis de la eurozona, pese a la apariencia superficial en sentido contrario, va camino de la estabilización y resolución en este 2012”, una vez que se fijen las nuevas reglas fiscales y presupuestarias “y se empiecen a dar pasos hacia la creación de los eurobonos y de un mecanismo de rescate con suficiente potencia como para dar respuesta a un hipotético colapso de economías del tamaño de Italia o España”, subrayan.

Los últimos datos de la eurozona muestran una mejora que ha llevado a Goldman Sachs a revisar al alza sus previsiones para 2012 del -0,8% al -0,4%.

La supervivencia del euro será una mala noticia para “aquellos macrofondos de inversión y hedge funds que hayan apostado contra la moneda única, que son pocos aunque manejan mucho dinero. Pero no hubiera sido algo positivo para nadie. Las consecuencias sobre los flujos comerciales y financieros hubieran sido catastróficas”, asegura Díez Guijarro. Pese a ello, no cabe duda que las rebajas llevadas a cabo por las agencias de calificación podrían en cuestión sus escalas y que la decisión de Reino Unido de alejarse del corazón de Europa probaría ser, cuando menos, errónea.

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Sobre la firma

ALICIA GONZALEZ
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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