El beneficio de CaixaBank cae un 13% tras destinar plusvalías a sanear su balance

El beneficio de CaixaBank, el banco controlado por La Caixa, cayó un 13,1% en 2011, hasta 1.053 millones de euros, según ha informado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El resultado recurrente, que la entidad cifra en 1.185 millones, también ha sufrido una caída similar, pues Caixabank ha destinado las plusvalías extraordinarias logradas durante el ejercicio a sanear su balance. En total, la entidad que preside Isidre Fainé realizó unos saneamientos por 3.119 millones de euros, de los cuales 1.376 millones fueron extraordinarios. Fainé ha resaltado que esos resultados se dieron en un "año arduo" para el sector financiero, en el que las "perspectivas de recuperación se deterioraron", en especial tras la crisis de la deuda soberana de verano. "CaixaBank ha superado con creces esa prueba de fuego", ha afirmado Fainé.

El margen de explotación de CaixaBank aumentó en 2011 el 0,9%, hasta los 3.040 millones de euros, si bien el margen de intereses, el que refleja el negocio puramente financiero, retrocedió el 7,3%. El director general de La Caixa y consejero delegado de CaixaBank, Juan María Nin, explicó que durante el primer semestre del año la entidad atendió los vencimientos, lo que deterioró ese indicador que, en cambio, se recuperó en el segundo tramo del año, cuando se incrementó en un 9,4%. En el retroceso del margen de intereses también tiene que ver la guerra del pasivo que emprendieron no pocas entidades financieras. "No hemos querido entrar en esas guerras, que se dieron sobre todo después del verano, y preferimos crecer en productos más resguardados, porque consideramos que esas batallas son estériles y solo conducen a la supervivencia a corto plazo", ha apuntado Nin.

La entidad ha informado hoy a la CNMV, además, que ya cumple con los requerimientos de capital de primera calidad que fija la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés). Tras haber hecho acopio de 630 millones de euros, CaixaBank ha alcanzado un capital TIER 1 del 9%. Nin ha resaltado el marco regulatorio cambiante de 2011, en el que han predominado las exigencias a las entidades financieras, sobre todo las consideradas sistémicas, para que aumentaran sus ratios de capital de primera calidad. "¿Se puede añadir algo más? Que se incrementen estos factores", ha planteado Nin.

No obstante, CaixaBank prevé que 2012 sea otro año agitado para las entidades financieras. "Tenemos delante una ola de fusiones en Europa y Estados Unidos. A nosotros nos interesa cumplir nuestra misión, que es la obra social, y con una proyección de entre 20 y 30 años, queremos que la caja controle el banco y el consejo", ha planteado Fainé. Preguntado sobre una eventual fusión con otro grupo bancario español, en concreto Bankia, Fainé ha repetido que no hay negociaciones para ninguna operación, pero ha admitido que están "abiertos" a todo, dentro y fuera de España, siempre que se cumplan las condiciones que se ha impuesto la caja.

La cúpula de la entidad también ha defendido la alternativa de liquidez que ha dado a los clientes de sus participaciones preferentes, que se ha convertido en una combinación de deuda subordinada a diez años, en un 70%, y títulos convertibles en acciones de la entidad, en un 30%. Fainé ha considerado que "las preferentes se empezaron a colocar en 1999" y funcionaron "bien haste este mes de agosto". "Los clientes siempre han estado contentos, y cuando se empieza a cuestionar que esto no vale o que nos obliguen a cotizar, por un cambio normativo, nosotros también cambiamos".

Fainé ha asegurado que la entidad decidió "adelantarse" y ofrecer esa solución, en la que los bonos a diez años dan una remuneración del 5%. "El tema de las preferentes afecta a otras entidades y si hay cajas que entran en pérdidas habrá problemas. Por eso es mejor adelantar esa situación e ir a unos activos financieros que puedan cumplir el objetivo con el que en su momento se crearon", ha agregado. Nin ha apuntado que más del 90% de los tenedores de preferentes han aceptado de momento la solución que les da La Caixa que, a su juicio, les dará "más tranquilidad".

Las plusvalías extraordinarias generadas en 2011 ascienden a 907 millones netos de impuestos e incluyen el beneficio por la venta del 50% de SegurCaixa Adeslas (450 millones de euros netos); la disponibilidad de fondos constituidos en ejercicios anteriores como consecuencia del test de suficiencia de pasivos por operaciones de seguros (224 millones netos) y plusvalías por la venta de activos (233 millones netos). Las plusvalías latentes de participaciones industriales se han reducido un 58,6%, hasta 1.030 millones.

En cuanto a los saneamientos, se han registrado dotaciones extraordinarias netas por 1.039 millones, de los cuales 374 están destinadas a insolvencias adicionales a los calendarios establecidos por la normativa aplicable, 360 millones relacionados con la cartera de participaciones bancarias, 117 millones por el registro de los gastos derivados del proceso de reorganización del grupo, y también se incluye una partida de 93 millones ante la más que probable quita de Grecia.

CaixaBank, cuyo presidente es Isidro Fainé y vicepresidente ejecutivo y consejero delegado, Juan María Nin, ha mantenido el volumen de negocio (-0,2%). "La capacidad comercial de la red, que permite una generación recurrente y sostenida de ingresos, junto con la reducción de costes, sitúan el margen de explotación en los 3.040 millones de euros, un 0,9% más que en el mismo periodo del año anterior que, con resultados extraordinarios, supone un 1,8% menos", señala la entidad.

La ratio de morosidad de CaixaBank se sitúa en el 4,90%, frente al 3,65% del año anterior, pero continúa manteniendo un diferencial positivo frente al 7,51% de media del sector financiero en noviembre. Como la ratio de morosidad ha aumentado a mayor ritmo que las provisiones, la ratio de cobertura (el dinero reservado para hacer frente al impago de créditos) se ha reducido del 70% al 60%, frente al 55% de cobertura de la media del sector. El fondo genérico para insolvencias asciende a 1.835 millones de euros, el mismo importe que al cierre del ejercicio 2009.

La entidad nació como escisión de La Caixa prácticamente sin inmuebles en su balance por el impago de créditos. Pero las ejecuciones, adjudicaciones y recepción de inmuebles ante el impago de los créditos ha hecho que, a cierre de 2011, la cartera de inmuebles de CaixaBank, derivada de la gestión de la cartera de créditos, ascienda a 1.780 millones de euros brutos (1.140 millones de euros netos), con una cobertura del 36%. Del total bruto de la cartera, un 24% (435 millones) corresponde a suelo, con una cobertura del 62% (271 millones), con lo que el importe neto que queda en el balance es de 164 millones, lo que representa el 14% de la cifra neta.

La entidad ha cerrado 213 oficinas en el año y reducido la plantilla del grupo consolidado en 1.398 personas. la cifra de clientes desciende ligeramente, de los 10,5 a los 10,4 millones.

CaixaBank ha reducido los activos ponderados por riesgo en 13.000 millones de euros, hasta 137.355 millones de euros, en parte por la reducción del crédito y en parte por la diferente composición de su cartera. La entidad ha alcanzado seis meses antes del plazo límite el 9% de solvencia exigido por la Autoridad Bancaria Europea con calidad de máxima calidad (core tier 1).

La entidad calcula que ha aumentado sus principales cuotas de mercado, que se sitúan en: planes de pensiones individuales y asegurados (15,7%), hipotecas (11,1%), seguros de ahorro (15,7%) fondos de inversión (12,5%), préstamos al consumo (11,5%), depósitos (10,3%), factoring y confirming (14,9%), entre otros.

CaixaBank cuenta con un 5,4% del capital de Telefónica, un 12,8% de Repsol YPF, un 5% de BME, un 20% de GFInbursa, un 30,1% de Banco BPI, un 17% de The Bank of East Asia, un 9,8% de Erste Bank y un 20,7% de Boursorama.