¿Por qué no se hunden en Bolsa las cuotas de la CAM?
La entidad tiene un agujero de más de 5.000 millones y Banco CAM será vendido por un euro, pero sus cuotas valen en Bolsa 73,5 millones y se disparan de modo inexplicable
Las cuotas participativas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) siempre han sido un bicho raro. Únicas en su especie, las cuotas no son acciones sino que dan derecho a una teórica participación en los beneficios y otros derechos económicos de la caja de ahorros. Pero lo que pone de manifiesto la subasta de Banco CAM, al que la CAM traspasó su negocio financiero, es que en realidad la entidad está en la práctica quebrada. Sin embargo, sus cuotas se disparan en Bolsa y valen 73,5 millones de euros cuando su valor económico no se ve por ninguna parte.
Las cuotas no forman parte del acuerdo de ayer. Lo que se subastó es Banco CAM, que solo tiene acciones y no cuotas. En el banco se segregó todo el negocio de la CAM y el Banco de España ha anunciado que las inyecciones de 5.249 millones de euros de capital por parte del Fondo de Garantía de Depósitos le darán a este el 100% del capital, de modo que la caja tendrá el resto, es decir, el 0% del capital, nada.
Hasta el presidente del Sabadell lo ha dejado claro en rueda de prensa. Es de prever que las cuotas de la CAM no tengan "ningún valor económico", ha señalado, aunque ha dejado la puerta abierta a que cualquier decisión final sobre las cuotas corra a cargo del regulador. Las ganancias de la CAM en Bolsa al cierre de la sesión han sido del 6,35%. Llegaron a ser superiores al 30%, pero desde el máximo de la sesión han caído un 20% tras la publicación de informaciones como esta que cuestionaban el valor de las cuotas, reforzadas por las palabras de Oliú.
La entidad comunicó a la CNMV que el patrimonio segregado en el Banco CAM recogía "todos los elementos que componen el negocio financiero de CAM entendido en el sentido más amplio, excluidos los elementos afectos a la Obra Social, a las cuotas participativas y a los activos y pasivos de la Oficina de CAM, en Miami (Florida, Estados Unidos) cuya transferencia a favor de Banco CAM se encuentra pendiente de autorización por las autoridades de supervisión competentes de dicha jurisdicción".
Con esa escueta información, la primera pregunta que surge es de qué son titulares los titulares de cuotas de la CAM. ¿Son dueños de una pequeña parte de los derechos económicos de los elementos afectos a la obra social y de la oficina en Miami? ¿Qué derechos son esos? ¿Qué elementos son esos? ¿Cuánto valen? La información en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores brilla por su ausencia, pero la impresión inicial es que eso no vale nada o casi nada desde el punto de vista de un inversor. Sin embargo, las cuotas participativas, que representan un 5% de los derechos económicos de la vaciada caja, valen en Bolsa 73,5 millones de euros, lo que daría al 100% de esos derechos un valor de 1.500 millones. Es decir, el mercado está diciendo que la CAM vaciada, la CAM sin CAM, vale 1.500 millones.
Imaginemos por un momento que lo que está diciendo el mercado es que "los elementos afectos a la obra social" son muy valiosos. Pero incluso en ese caso, los rendimientos que generasen esos elementos se destinarían, por lógica, a obra social. Los cuotapartícipes no podrían decir ni pío, puesto que no tienen derechos políticos sobre la entidad ¿Qué interés puede tener un inversor en ser titular de unos elementos dedicados a la obra social?
En realidad, ni siquiera es así. El balance de segregación de la CAM mostraba que la caja de ahorros pasaba a tener un patrimonio de 1.677 millones de euros que era el valor contable que se asignaba a Banco CAM. La oficina en Miami tenía 374 millones en activo y 367 millones de pasivo y la obra social estaba también (al menos contablemente) quebrada, con 185 millones en activo y 192 millones de pasivo. Es decir, una vez vaciado el negocio financiero (que, como se ha visto, no solo no vale nada, sino que tiene un agujero de más de 5.000 millones), el valor contable del patrimonio (activos menos pasivos) de la CAM es cero.
La confusión puede venir en parte de que la CAM se planteó amortizar las cuotas pagando 4,77 euros por título. Pero luego la caja fue intervenida por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y los nuevos administradores dejaron sin efecto esa propuesta. Lo más curioso de todo es que así como el Sabadell ha dado cumplidas explicaciones de cómo queda su negocio, cuáles son sus previsiones, cuánto capital va a ampliar, qué sinergias va a obtener, etcétera, etcétera, la CAM no ha dicho nada sobre cómo queda la situación de los cuotapartícipes. Y, en medio de la confusión, en lugar de desplomarse, las cuotas se disparan en Bolsa como si hubiera un tesoro oculto, un pacto secreto o un rescate pendiente. Pero no tiene pinta de que lo haya.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.