Dimiten el director financiero de Adecco y el responsable de la filial estadounidense

La multinacional del empleo temporal Adecco ha anunciado esta mañana la renuncia a su cargo del director financiero del grupo, Felix Weber, así como del consejero delegado de Adecco Estados Unidos, el español Julio Arrieta. Con estas dos dimisiones, la compañía, líder mundial, espera frenar la crisis de confianza producida después de haber anunciado el pasado lunes la existencia de "puntos débiles" en las cuentas de su filial estadounidense.

A causa de estas dos salidas, el presidente del grupo, John Bowmer, toma el control ejecutivo de la compañía para aclarar los problemas contables. Por su parte, Andrés Cano asumirá provisionalmente la dirección financiera, que ocupaba Weber. Éste se mantendrá "disponible" para ayudar al presidente del consejo de administración hasta la Asamblea General de 2004. Y Philippe Marcel, miembro del consejo y presidente de Adecco Francia -principal cuenta nacional del grupo- será el nuevo delegado especial del consejo en Estados Unidos. El anuncio de remodelación de la compañía se produce tras la reunión mantenida ayer, jueves, por el consejo de dirección de Adecco para discutir la actual situación de la empresa.

En un comunicado emitido esta mañana, la multinacional lamenta la "incertidumbre" ocasionada y señala que, "aunque se han revelado algunas debilidades materiales en los controles y prácticas internas de Adecco, el consejo mantiene su confianza sobre la compañía y su futuro". La empresa no ha ofrecido nuevos detalles sobre las posibles implicaciones de los errores contables, que no fueron especificados, y tampoco ha fijado una nueva fecha para la presentación de resultados, que el pasado lunes quedó aplazada sine die. Este retraso provocó una fuerte caída de sus valores en Bolsa a comienzos de semana.

Un estudio independiente

Tan sólo ha asegurado que algunos de los "puntos débiles" de la filial estadounidense han sido corregidas mientras que otras están siendo estudiadas. Los problemas se centran en la seguridad de la información de la compañía, nóminas, identificación de ingresos, errores de facturación y no segregación de obligaciones por ramas, según ha señalado la empresa. En todo caso, el Comité Auditor y Financiero del Consejo ha iniciado ya acciones para identificar la mayor parte de estos fallos y resolverlos "definitivamente".

El objetivo principal de estas medidas es investigar las cuentas, los errores de control y su corrección en EE UU y otros países, así como investigar las acusaciones vertidas por determinados "chivatos" en EE UU. Además, el grupo ha encargado al despacho de abogados neoyorquino Paul Weiss, Riefkind, Wharton & Garrisson LLP, una evaluación de las posibles irregularidades. Mientras tanto, han abierto sus propias investigaciones Securities and Exchange Commission (SEC), organismo de control bursátil de EE UU, y la Oficina del Fiscal del Distrito Sur de Nueva York.

Según Adecco, que asegura que prestará pleno apoyo a las autoridades estadounidenses, los otros países donde están siendo investigadas sus actividades representan menos de un 10% de la facturación del año pasado. El presidente Bowmer ha declarado que, "al final de 2003, el grupo dispone de una liquidez e inversiones a corto plazo por valor de 1.400 millones de francos suizos (900 millones de euros)", que "garantiza, en opinión del consejo, la solidez de la

compañía".