Interinidad o futuro
El fin de semana del 38º congreso que el PSOE ha celebrado en Sevilla ha sido, en muchos aspectos, un ejemplo de democracia interna, de pugna abierta por el poder, y también de ideas, entre dos corrientes bastante evidentes en el partido. El apretado resultado refleja una realidad que podría parecer complicada de gestionar ante el futuro inmediato, tan plagado de retos de enorme relevancia para España y el PSOE. El PP tiene convocado también en Sevilla su cónclave en dos semanas. Será un paseo. Las ponencias conocidas no aportan ninguna novedad. Las ideas están ahora en su gestión del Gobierno. Es lo lógico. No habrá ninguna disputa. Pero en la mantenida estos días por el PSOE queda una incógnita por resolver. ¿El proyecto de Alfredo Pérez Rubalcaba tiene una meta a medio o largo plazo o es interino?
El equipo de la candidata perdedora sostiene que ahora Carme Chacón, que no ha querido entrar en la ejecutiva de su rival como suele suceder en el PSOE, se dedicará a su labor como simple parlamentaria. Otros especulan con su marcha de la política. Sin datos directos. Ella no ha hablado al respecto. Sobre la posibilidad de que intente competir cuando se convoquen las primarias para elegir al candidato a presidente del Gobierno, todas las fuentes conceden que aún es demasiado pronto. Queda tiempo. Lo que sí apuntan sus colaboradores es que si este fin de semana se hubiera votado para elegir al líder del partido por primarias abiertas, es decir, con el censo de todos los militantes, ella habría ganado de calle. Eso es solo una hipótesis sin contrastar. De lo que no tienen ninguna duda en su entorno es de que la propuesta liderada por Rubalcaba tiene detrás un plan B, un tapado.
El nuevo líder del PSOE no ha dado ninguna pista sobre sus planes directos y personales de futuro. Rubalcaba quiere reformar el modelo de partido y sus ideas pero sin radicalizarse, para seguir siendo una formación de mayorías, con vocación de gobierno, que se dirija a las clases medias. Esa es la declaración de intenciones. Ayer le dedicó mucho tiempo a atacar las primeras propuestas del Gobierno de Mariano Rajoy porque prevé que va a sufrir un inminente desgaste. Quiere estar listo, con los deberes hechos, tanto a nivel orgánico como de proyecto.
Sobre su futuro solo dio signos. Y nombres que quiso incluir en su ejecutiva: Patxi López, Eduardo Madina, Emiliano García- Page... Para el actual lehendakari inventó incluso una secretaría de área ad hoc que le va como anillo al dedo: Relaciones Políticas. Apenas unas horas antes de que se confirmase ese plan, López negó muchas más de tres veces que estuviese para ninguna función que exigiera un trabajo orgánico concreto que le distrajera de su reto de mantener el Gobierno socialista en Euskadi tras las difíciles elecciones del año que viene.
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