La Xunta considera ahora legal abrir un canal en la laguna de Valdoviño

Después de haber mantenido durante 42 días de inundación que la Unión Europea prohibía abrir manualmente la laguna de Valdoviño, la Xunta rectificó ayer -sin admitir que rectificaba- para anunciar la apertura "provisional y controlada" del lago. Se trata de un ecosistema único que casi acaba desierto la última vez que el Gobierno gallego permitió entrada de una pala excavadora para abrir un simple caño en diciembre del 2009.

Los técnicos comenzarán hoy a trabajar sobre la arena de la playa de A Frouxeira para trazar un canal de desagüe que sirva de aliviadero para rebajar "lentamente" el nivel de la laguna que a mediados de diciembre se desbordó anegando buena parte del paseo marítimo y la única carretera de acceso a una docena de casas.

El desagüe natural se cegó para frenar la entrada de fuel del 'Prestige'

Los vecinos llevan un mes saltando muros para acceder a sus casas

El caño se abrirá en el extremo Este, siguiendo el antiguo trazado del desagüe natural del lago que, según los ecologistas, se taponó con una barrera de piedras para frenar la entrada del fuel del Prestige. El conducto tendrá una leve pendiente del 0,5% para ayudar al agua a fluir a razón de 6,47 metros cúbicos por segundo sin alterar la franja de arena que le sirve de frontera natural frente al mar.

Los vecinos afectados, que han pasado el último mes saltando muros para entrar en sus casa, se preguntan porqué la Administración gallega retrasó mes y medio la solución "provisional" que ahora aplica y que llega después de que remitiesen sus quejas a la Fiscalía, al Valedor do Pobo y al juzgado ferrolano, que abrió una investigación. El director general de Conservación da Natureza, Ricardo García Borregón, no aclaró ayer la razón de que la Xunta intervenga en un espacio en el que se había negado a actuar por las denuncias que los ecologistas elevaron a la UE tras la chapuza ambiental del 2009. Aseguró que Europa no se opone a esta solución porque los informes técnicos avalan las condiciones meteorológicas y mareales adecuadas y las "garantías" para preservar los valores ambientales del humedal. Borregón ya estaba sentado en su despacho en diciembre del 2009 cuando autorizó al Ayuntamiento de Valdoviño a abrir un pequeño caño que se ejecutó mal y terminó por ser un gran tobogán por donde se vació el humedal al mar hasta quedar prácticamente seco. "Bien no se hizo", se limitó a decir. En el último medio siglo, la apertura del lago se hizo de forma manual cada vez que el agua inundaba los prados en época de lluvias.

Medio Ambiente aspira a rebajar medio metro el nivel del agua en pocos días hasta alcanzar el nivel óptimo (4,77 metros de altura) que alivie la presión hídrica sobre las fincas privadas y mantenga el precario equilibrio de un ecosistema mixto (agua dulce y salada) que ha sido muy castigado por nefastas decisiones técnicas.

Una vez que el lago evacue el exceso de líquido, la Xunta y la Demarcación de Costas buscarán una "solución definitiva" al problema de las inundaciones que pasa por revisar los lindes, elevar la altura del paseo y rediseñar el saneamiento. "Es evidente que la delimitación no es acorde con la dinámica natural del humedal", señaló el director general, que descartó las expropiaciones de los terrenos inundados o de las fincas donde se edificaron chalés entre los años sesenta y ochenta, que en opinión de Adega, nunca debieron construirse. La Xunta dice que presentará antes de julio el Plan de Gestión del humedal comprometido hace dos años.