El supuesto asesino de Yasmín en Irún confesó el crimen a la Policía
Edward Enrique San Clemente se enfrenta a más de 40 años de cárcel
"A ella le he cortado el cuello y al otro no sé si le he llegado a dar porque había mucho jaleo". Edward Enrique San Clemente confesó a la Policía haberle quitado la vida a su mujer, Yasmín Zamira, en mayo de 2009 en Irún, tras perseguirla con su coche, provocar un accidente y finalmente asestarle una puñalada. "Ya sé que me he arruinado la vida pero sé lo que he hecho porque me las ha hecho pasar putas", explicó a los agentes, según precisó ayer la abogada que ejerce la acusación particular en nombre de la madre de la víctima en la primera sesión del juicio contra el agresor, que se celebra en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa.
San Clemente, de nacionalidad colombiana, al igual que Zamira, se enfrenta a más de 40 años de cárcel, por haber matado a su pareja e intentar acabar, según la Fiscalía y las otras seis acusaciones particulares, con la vida de Juan Pablo Urtizberea, un vecino de Hondarribia que intercedió entre agresor y víctima, y que recibió una puñalada en la espalda y otra en el abdomen.
El agresor: "Le he cortado el cuello porque me las ha hecho pasar putas"
San Clemente tendría que haber declarado ayer pero la tardanza en la elección del jurado popular que enjuiciará los hechos -compuesto por seis hombres y cinco mujeres, obligó a la magistrada a aplazar el testimonio del agresor hasta hoy. Los primeros detalles de los hechos sucedidos el 9 de mayo de 2009 se conocieron a través de las intervenciones de las diversas acusaciones. La confesión de San Clemente ante los agentes, que fue detenido en las inmediaciones del lugar donde sucedieron los hechos, en la carretera GI-2134, se contradice con la versión de lo sucedido que ofreció la defensa. El abogado del agresor aseguró que su cliente sólo fue consciente de lo que había hecho una vez que le comunicaron el fallecimiento de su mujer.
"Te juro mami, que la mato", espetó San Clemente a Inés Alicia Osorio, la amiga de Zamira que viajaba junto a ella cuando el agresor les embistió con su coche hasta en dos ocasiones. El acusado amenazó, coaccionó y finalmente asesinó, según las acusaciones, a su pareja, con la que estaba casado desde 2003 y con la que en ese momento mantenía una relación sentimental "intermitente", según la Fiscalía. Por ello, las siete acusaciones también consideran que San Clemente, además de matar a su pareja, cometió un delito de asesinato en grado de tentativa -por las puñaladas que asestó a Urtizberea-, otro de coacción, amenazas, conducción temeraria y lesiones -por los daños que sufrió la amiga de la víctima-.
La defensa, por su parte, reconoció que San Clemente, un antiguo portero de un local de alterne, mató a Zamira aunque alegó que lo hizo bajo un "estado de arrebato pasional" provocado por "los celos", por lo que ha solicitado 10 años de cárcel para su cliente.
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