López y Bilbao endurecen su bronca por la caída de la recaudación fiscal
El 'lehendakari' acusa al diputado general de dar datos "radicalmente falsos"
En Euskadi dos y dos pueden ser tres o cinco cuando se habla de la recaudación de impuestos, aunque oficialmente nadie dude de las matemáticas. El complicado sistema de previsión, ajuste, recaudación y cierre de las cifras definitivas de los ingresos tributarios permite fijar posiciones políticas sobre la base de verdades parciales, habida cuenta del punto de partida que se tome en cada caso.
El lehendakari, Patxi López, y el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, ahondaron ayer en el enfrentamiento que han mantenido en materia económica y fiscal desde que el primer fuese elegido presidente vasco, en mayo de 2009, después de 30 años de Gobiernos nacionalistas ininterrumpidos.
El desfase con respecto al presupuesto del año pasaddo llega al 7%
Iruarrizaga emplaza al 'lehendakari' a explicar las cuentas del Ejecutivo
El último conflicto ha derivado de los recortes que sus respectivas Administraciones han debido adoptar para adecuar los gastos a la continuada caída de la recaudación por la crisis económica. El diputado general de Bizkaia aseguró el pasado miércoles que su Ejecutivo sí que mantiene la palabra en materia presupuestaria y se atiene a la recaudación y a las previsiones de gasto hechas en el Consejo Vasco de Finanzas, con apenas una insignificante caída de la recaudación del 0,8% con respecto al año 2010.
Esta aseveración suponía una crítica directa ante la posibilidad, negada por la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, de que el Ejecutivo vasco se estuviera preparando para acometer nuevos recortes dado que las Diputaciones no estaban cumpliendo con la recaudación prevista.
El que la recaudación solo haya caído en Bizkaia un 0,8% es cierto, pero según el punto de vista que se adopte. Esa ratio india el descenso comparando con el año 2010, que coincide con la desviación que ya se esperaba en octubre. Pero la tributación se desploma hasta un 7% en este territorio con respecto a la previsión que se hizo en octubre de 2010 y que sirvió para elaborar las cuentas forales del año recién concluido. En concreto, ello supone 436 millones de euros menos de lo esperado. Y ello supone que el Gobierno dispone de 306 millones menos para financiar sus servicios y las inversiones, y las Diputaciones dejaran de contar con los restantes 130 millones.
El complicado modelo vasco funciona con más de un año de retraso entre el momento en el que se hacen las previsiones de recaudación y el cierre de cada ejercicio. Las Diputaciones y el Ejecutivo fijaron las previsiones de recaudación para 2011 en el Consejo Vasco de Finanzas que se celebró en octubre de 2010, de manera que cada Administración pudiera preparar sus presupuestos de gastos para el ejercicio entrante. La marcha de la tributación real se va verificando a lo largo del año siguiente -se ha constatado que ha ido cayendo de una forma continuada- pero en este caso se cerrará el próximo mes de febrero. En medio, el pasado octubre, el Consejo de Finanzas realizó un ajuste intermedio.
Cuando Bilbao dice que no ha sufrido desajustes presupuestario se refiere a esa previsión afinada el pasado octubre. Pero respecto de la inicial, hecha 12 meses antes, con la que todos los Gobiernos elaboraron sus cuentas, el desajuste se eleva hasta el mencionado 7%.
La propia Diputación de Bizkaia se ha visto obligada a paralizar obras en la provincia por valor de 400 millones, la mayoría destinadas a la construcción de tres carreteras cuya ejecución se aplaza.
El lehendakari terció ayer en el enfrentamiento y recalcó, sensiblemente molesto, que "es radicalmente falso" que el Ejecutivo de Bilbao no sufra profundos desajustes. En una entrevista en ETB, López expresó su sorpresa porque desde la institución foral vizcaína se afirme que "ellos han cumplido fielmente con el objetivo de ingresos, porque es radicalmente falso. Uno hace los presupuestos con la previsión de octubre del año anterior, y la previsión de octubre del año anterior, de ingresos que iban a tener las Diputaciones, la recaudación sólo, ha caído algo más de 400 millones", destacó.
A esta última polémica, que sucede a las recientes críticas de Bilbao en el Parlamento por el informe sobre duplicidades encargado por el Gobierno, se sumaron a lo largo del día el portavoz socialista en las Juntas de Bizkaia, Iñaki Egaña, y el diputado vizcaíno de Hacienda, José María Iruarrizaga. El primero acusó a Bilbao de hacer trampas con las cifras mientras que Iruarrizaga insistió en que que la Diputación ha cumplido "fielmente" las previsiones de recaudación. En un comunicado, Iruarrizaga emplazó al lehendakari a "explicar sus cuentas públicas, y no hablar de los demás".
Álava recauda 200 millones menos de lo previsto
Álava completó ayer el panorama de la tributación en Euskadi al hacer públicos sus datos de recaudación correspondientes al año pasado, después de que lo hicieran los otros dos territorios. También en este caso el análisis depende mucho de cuál sea el punto de comparación que se tome.
La Hacienda alavesa recaudó el pasado año 1.831 millones de euros, lo que supone 84,6 millones menos que en 2010, pero 206 millones por debajo de lo previsto en los presupuestos del ejercicio recién cerrado, que preveían que la recaudación tributaria ascendiera a 2.037 millones.
La Diputación sostuvo en un comunicado que este dato "refrenda" los ajustes y las medidas de control del gasto que el Gobierno foral que preside el popular Javier de Andrés impulsó desde su llegada al frente de la institución foral, el pasado mes de julio.
El Ejecutivo provincial destacó que estas iniciativas de contención no obedecían "de ningún modo" a una previsión "alarmista", sino "realista" de la situación económica a la que se enfrentaba el territorio.
"De no haberse tenido en cuenta esta realidad, la situación presupuestaria y financiera de las arcas forales sería hoy infinitamente más complicada", añadió la Diputación en su comunicado.
La institución foral precisa que, de los 206 millones de euros de caída de la recaudación con respecto a lo previsto en los presupuestos del año pasado, un total de 158 millones resultan imputables a la evolución negativa de los impuestos. Otros 24,3 millones proceden de la devolución del IVA a la Hacienda estatal por el caso Rover y 23,2 millones más se deberían a la discrepancia entre los Gobiernos central y vasco por la liquidación del Cupo de años anteriores.
En los tributos directos, solo el IRPF tuvo un comportamiento positivo, con un incremento en los ingresos de un 5% con respecto a 2010, algo que, en todo caso, no ha logrado compensar la caída del Impuesto de Sociedades, cifrada en un 5,5%.
Los impuestos indirectos también registraron una evolución negativa, motivada por la contención del gasto de las economías familiares, por el mayor crecimiento de las exportaciones frente al consumo interior o por el propio caso Rover. Entre estos tributos indirectos, el IVA representa el mayor montante de lo recaudado, a pesar de la caída del 11,1% que ha experimentado.
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