Antifraude investiga la ruinosa inversión de Sitges Reference
La oficina pedirá al Ayuntamiento la documentación del proyecto, que ha generado una deuda de 11 millones
La Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) está que no para. La semana pasada abrió diligencias por la duplicidad de cargos en la sanidad catalana, por el cobro de pensiones millonarias para los directivos de Unnim y, además, por el caso del edificio Sitges Reference, una operación urbanística que destila "aromas de corrupción", en expresión acuñada por Eligio Hernández, exfiscal general del Estado. El proyecto, ejecutado cuando el Ayuntamiento estaba gobernado por el PSC, ha resultado una verdadera ruina para las arcas municipales y ha generado una deuda de 11 millones de euros, de manera que el Consistorio está pagando un alquiler que está el 40% por encima de los precios de mercado, pese a ser el propietario del inmueble. Sitges arrastra un déficit de 28 millones y acumula una deuda de 43 millones de euros.
Antifraude entiende que se trata de una operación urbanística que contraviene toda lógica contra el interés público y, por ese motivo, requerirá en los próximos días al Ayuntamiento para que le entregue las auditorías de control que deberían haberse realizado y toda la documentación desde 2006 referida a la constitución, gestión y explotación de la sociedad mixta creada para hacer posible el proyecto. Daniel de Alfonso, director de la OAC, explica: "De lo que se trata es de averiguar si han funcionado los mecanismos de control que tiene la Administración y qué uso se ha hecho del dinero público".
'Boom' de la construcción
Se trata de una singular operación urbanística que arranca de 2006, cuando en pleno boom del ladrillo, el Ayuntamiento de Sitges creó una empresa municipal (Sitges XXI) para construir y explotar un edifico de oficinas para empresas privadas. Entonces la casa era grande y se empezaba por el tejado, sin tener la certeza de que habría demanda para ocupar esas oficinas. El Consistorio puso el terreno y se alió con la constructora Proinosa al 50% para levantar el edificio, en un proceso al que se dio una publicidad muy limitada. Después se ha sabido que la constructora ya tenía proyectado el edificio dos meses antes de que saliera el concurso público para adjudicar el local. Y que Proinosa contrató al arquitecto.
De esa fusión del capital público con el privado nació la sociedad mixta Sitges Reference, la misma denominación que el edificio. Proinosa era en aquella época la gran concesionaria de la obra pública en el área metropolitana de Barcelona, donde el PSC gobernaba en la mayoría de los Ayuntamientos. El llamado caso Pretoria, de corrupción urbanística, acabaría salpicando a esa sociedad por unas obras en diversas ciudades y le llevó a cambiar de nombre por el de Altiare tras presentar concurso de acreedores.El caso es cuando finalizaron las obras, bien entrado el año 2008, la crisis ya se empezaba a notar y no se quiso instalar ninguna empresa en el complejo de Sitges. El Consistorio se encontró entonces con un edificio que había costado 13 millones de euros sin que nadie lo ocupara y decidió alquilárselo a sí mismo para sufragar parte de la deuda acumulada. De esa manera, la inmensa mayoría de las dependencias municipales se trasladaron a dos de las cuatro plantas, pero las otras dos siguen vacías. Y las que se alquilaron están costando a las arcas públicas más del 40% del precio de mercado. Antifraude se pregunta por qué no funcionaron los mecanismos para advertir de que esa operación resultaba ruinosa para el interés público y quiénes fueron los responsables.
La composición del actual equipo de gobierno municipal (Convergència i Unió, el PP y dos independientes) hace prever que Antifraude se encontrará con todas las facilidades necesarias para investigar el caso.
El compromiso municipal por esclarecer el caso es tal que hace unos días se acordó denunciar la operación ante la fiscalía. Si finalmente ocurriera así, Antifraude debería finalizar su investigación, a menos que la fiscalía delegue el caso, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
El nuevo equipo de gobierno forzó el concurso de acreedores de Sitges Reference para taponar la hemorragia ecómica que supone. La empresa de capital mixto y privado es actualmente una máquina de perder dinero para unas arcas municipales que ya están bajo mínimos.
Hace meses que Sitges Reference no paga a los proveedores, como Endesa y Movistar, que ya han amenazado con cortar el suministro.
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