Merkel da un respaldo contundente al ajuste de Monti en Italia

Angela Merkel empezó tranquilizando a los presentes: el retraso de 45 minutos no se debió a "discusiones" con el primer ministro italiano, Mario Monti, sino a la "gran cantidad" de temas que trataron. La primera rueda de prensa conjunta de ambos en Berlín mantuvo un tono de gran cordialidad y aparente entendimiento.

La canciller federal de Alemania alabó las "enormemente significativas" medidas de ajuste financiero decretadas por el Gobierno italiano. Monti, por su parte, mostró su interés por formar parte en la vanguardia europea junto a Francia y Alemania y aseguró que "Italia no es un riesgo" para sus socios.

Monti destacó la "madurez" de los italianos en su apoyo a los recortes y añadió que no buscan recompensas, sino reconocimiento por unas medidas muy duras que considera necesarias. Como consecuencia, pidió a los inversores que confíen en Italia, de la que "no hay que temer contagios". Los líderes de las tres principales economías del euro, Alemania, Francia e Italia, se reunirán el día 20 de enero en Roma para preparar la cumbre europea del 30.

El primer ministro italiano llegó a la Cancillería precedido por una entrevista al diario alemán Die Welt en la que expresaba las aspiraciones italianas. Merkel y Sarkozy "cometerían un grave error si creyeran que pueden gobernar la Unión Europea ellos solos", dice Monti. Añade que Italia es "un país fuerte y orgulloso con una economía que funciona". Merkel le tomó la palabra y, durante la rueda de prensa de ayer, Merkel fue más allá de las gentilezas diplomáticas de rigor en su apoyo a los ajustes italianos. La canciller dijo confiar en que estos esfuerzos encuentren reconocimiento entre los inversores en deuda pública.

En 2012 se perfila un cambio de paradigma en la lucha contra la crisis, por lo menos formal. Los líderes hablan ahora de crecimiento y de creación de empleo, después de la maratón de recortes de 2011. Lo hicieron Merkel y Sarkozy tras reunirse el pasado lunes en Berlín. Ayer, Monti insistió en la necesidad de impulsar la economía de la Eurozona. La canciller se mostró de acuerdo, pero añadió que estas medidas debían ser estructurales y no de inversión a corto plazo. En el mercado de trabajo, Merkel insistió en que Europa "tiene que aprender de los que tienen más éxito", en referencia a los países escandinavos. Añadió que los fondos estructurales de la Unión Europea aún cuentan con "fondos sustanciales" que pueden servir para impulsar el crecimiento.

En cuanto a las reformas inmediatas, la democristiana Merkel (CDU) volvió a dar su apoyo "personal" al impuesto sobre las transacciones financieras, pero reconoció que no hay acuerdo en el Gobierno alemán. Se oponen los liberales del FDP, socios minoritarios en la coalición de centro-derecha.