Lugo, un oasis sin recortes
Los bipartitos del Ayuntamiento y la Diputación de Lugo incrementan sus presupuestos alrededor del 2% en medio de las restricciones generalizadas
Recortes, austeridad, déficit desbocado... A todas horas y en todas partes se repiten las mismas palabras y todos los niveles administrativos, del Gobierno central a los pequeños ayuntamientos, han sacado la tijera para sobrevivir. Pero en ese desierto alimentado por la crisis, Lugo se ha convertido en un oasis. Tanto el Ayuntamiento de la ciudad como la Diputación Provincial, ambos gobernados por bipartitos de PSdeG y BNG, van a disponer el próximo año de más dinero. Contra la tendencia casi unánime, el presupuesto de la ciudad ha crecido un 1,8% (en total, suma 92 millones de euros) y el de la institución provincial más de un 2%, hasta situarse en 94 millones. La recaudación por subida de tasas y, sobre todo, la captación de fondos europeos explican, según los gobiernos de estas instituciones, que hayan podido elaborar unas cuentas para 2012 a contracorriente de todos los demás.
La institución provincial usará 14,4 millones de fondos europeos
Las inversiones municipales suben un 6,6% gracias al Plan Urban
Socialistas y nacionalistas aseguran que, a pesar de estos incrementos, las cuentas se han confeccionado con responsabilidad, priorizando "para atender las necesidades esenciales" y sin evitar medidas de austeridad. Entre las dos administraciones aseguran que van ahorar más de millón y medio de euros en gastos de personal. "Bajamos en 500.000 euros gracias a las amortizaciones de plazas vacantes, garantizando la sustitución por bajas o excedencias en las áreas de servicios sociales y educación", detalla la concejal de economía del Ayuntamiento, la socialista Sonia Méndez.
También se ha recortado en las dos grandes fiestas, el San Froilán y el Arde Lucus, que tendrán un 12% menos de presupuesto, con un ahorro de 100.000 euros en total. Incluso los más directamente afectados se muestran comprensivos. "Mejor sería que hubiese unos buenos fastos y unas buenas fiestas, pero las circunstancias son las que son", se resigna el presidente de la asociación de hostelería, Francisco José Real. "Con todo, deberían mantener las partidas del pasado año, porque esto tendría que entenderse como una inversión y no como un gasto". Ambas fiestas atraen cada año en conjunto a unos dos millones de visitantes.
Además, con carácter general los impuestos municipales se actualizan de acuerdo con el IPC del último año, que fue del 3%. El cálculo que hace el gobierno local es que este aumento en la carga fiscal le va a suponer a cada uno de los casi 100.000 lucenses un desembolso anual de 10 euros, "que equivalen a 83 céntimos al mes", resalta Méndez. Lo que más van a notar en sus recibos los vecinos de la ciudad son los precios del agua, que se encarece un 5% "para hacer frente a un servicio que mejoró considerablemente" con la nueva estación depuradora.
El gobierno local incluso va a mantener congelado el precio del billete de bus urbano, que seguirá siendo de 64 céntimos el ordinario y 45 céntimos sí se adquiere un bono. El PP, con todo, también llama la atención sobre la presión sancionadora que va a ejercer el gobierno local, ya que el presupuesto "prevé obtener 1.780.000 euros por sanciones de diverso tipo, de tráfico, urbanísticas y tributarias", advierte el portavoz adjunto del PP, Arcadio Silvosa. Son 100.000 euros más que en el ejercicio anterior.
El ejecutivo que dirige el alcalde socialista Xosé López Orozco se va a endeudar además en cinco millones de euros para financiar obras a lo largo del año. La concejal Sonia Méndez sostiene que hay margen, porque el endeudamiento total, según ella, no supera los 40 millones. El PP no solo pone en duda esta cifra, sino que asegura que la deuda real es el doble de lo declarado.
En la Diputación, el equipo del presidente, el socialista José Ramón Gómez Besteiro, da una explicación muy clara de su margen para aumentar gastos: "Europa nos ha premiado con más fondos, revalidando su confianza debido a la gestión realizada con la anterior convocatoria". Con Francisco Cacharro no existía un departamento de fondos europeos. Besteiro lo creó y desde entonces no ha dejado de captar fondos dedicados fundamentalmente al empleo, al medio ambiente y a nuevas tecnologías. El resultado es que para este año la Diputación dispondrá de 14.460.626 euros procedentes de Bruselas.
A este resquicio que se abre con las ayudas de la UE no es ajeno tampoco el Ayuntamiento de Lugo. Las inversiones, que no llegan 10% del presupuesto -sobre nueve millones de euros-, experimenta una subida del 6,6% gracias al Plan Urban, también gestionado desde Bruselas. Eso permitirá acometer mejoras de calles, obras de saneamiento, expropiaciones pendientes y hasta iniciar la construcción de un vivero industrial para emprendedores.
"Las cuentas son irreales", dice el PP
El Partido Popular, en la oposición tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación Provincial, no se cree que Lugo tenga ninguna solución mágica para esquivar la ola de restricciones presupuestarias. Frente a las explicaciones que ofrecen los bipartitos de socialistas y nacionalistas, los representantes de los populares en ambas instituciones ofrecen la misma explicación: el aumento presupuestario se produce porque las cuentas son "irreales". Los populares vaticinan que el tiempo lo demostrará
"Estos presupuestos responden a una situación irreal que luego, cuando empiecen a ejecutarse, se verá que es imposible, lo que indica una falta de responsabilidad", afirma Xosé Manuel Barreiro, todavía líder de la oposición provincial pese a su reciente nombramiento como portavoz del PP en el Senado. Barreiro anticipa que su partido va "a seguir de forma muy directa cuál va a ser la ejecución de ese presupuesto" ya que sospecha que en las cuentas hay "partidas infladas". "El gasto no se dedica a lo que debería dedicar, sino a cuestiones muy vinculadas con la proyección personal del presidente y del vicepresidente, en definitiva a un reparto político entre el PSOE y el BNG", sostiene el también presidente provincial del PP .
En el Ayuntamiento, la explicación que ofrecen los populares es idéntica. "Los presupuestos están inflados y sus previsiones resultan irreales", concluye el líder de la oposición local, Jaime Castiñeira. El dirigente del PP pone un ejemplo: el Ayuntamiento prevé unos 15 millones de euros por su participación en los ingresos del Estado, dos más que el ejercicio anterior, lo que, según los populares, no se va a cumplir.
Por lo demás, el PP también critica que parte del aumento presupuestario se financie con aumentos de impuestos. Arcadio Silvosa, su portavoz adjunto, indica que "teniendo en cuenta la mayor presión recaudatoria y la subida de tasas e impuestos de un 3% a un 5%, resulta que los lucenses seremos de los gallegos que más tendremos que rascarnos el bolsillo en 2012".
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