La larga espera de la Filmoteca
El equipamiento se inaugurará junto con la plaza a finales de enero - La urbanización de las calles que la rodean empezó hace escasas semanas
Primero fue el hallazgo de los restos de la antigua prisión de mujeres de Barcelona de los siglos XVII y XVIII lo que retrasó dos años la puesta en funcionamiento de la Filmoteca de Cataluña, situando su apertura teórica en la primavera de este año. En marzo, se descubrió que la conexión con la red eléctrica de Fecsa-Endesa de un equipamiento de ese calibre e importancia no se había resuelto, lo que provocó un nuevo retraso que situó su inauguración para el segundo semestre de este año.
El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, dijo en más de una ocasión que la nueva filmoteca estaría lista para el cierre de la antigua sede en el cine Aquitània, que se produjo el pasado 21 de noviembre. No fue así y tampoco se abrirá antes de que acabe el año porque no hay tiempo suficiente para que terminen las obras de la plaza de Salvador Seguí que rodean el edificio, en pleno corazón del Raval barcelonés.
El director y su equipo trabajan hace semanas en el nuevo centro
La fecha que hay ahora en el horizonte es finales de enero, cuando se prevé que terminen los trabajos de urbanización, según señaló ayer un portavoz del Consistorio barcelonés. "El acuerdo al que llegaron el consejero y la concejal del distrito, Mercè Homs, es que el edificio se abriría al completo cuando la plaza esté lista", apuntaban, a su vez, portavoces del Departamento de Cultura de la Generalitat sin precisar cuándo.
Lo cierto es que el que será, sin duda, uno de los equipamientos estrella en tiempos de recortes, y de arquitecto de firma, Josep Lluís Mateo, está acabado. El director, Esteve Riambau, y su equipo ya trabajan en los luminosos despachos que Mateo ha colocado en la tercera y última planta del edificio. De los 12 millones iniciales de coste, se ha llegado, finalmente, a 15. El nuevo equipamiento tenía que haber empezado sus actividades con una retrospectiva dedicada al mundo de Bigas Luna y la exposición La Guerra Civil y el cine. Imágenes confrontadas. Eso debería haber pasado el 2 de diciembre, según la planificación ya cerrada.
Entonces, ¿por qué no se inauguró tal como estaba previsto? En este caso, que no es el primero, el causante del retraso es la pequeña plaza de Salvador Seguí, hasta hace poco un descampado o un terrain vague, según el léxico en boga, cuya pavimentación depende del distrito de Ciutat Vella y, por tanto, del Ayuntamiento. "De común acuerdo hemos decidido retrasar unas semanas la inauguración. Aún no hay fecha, pero será en un periodo breve. Decidimos abrir el edificio con el entorno urbanizado no solo por razones estéticas sino también de seguridad", aseguró un portavoz del Departamento de Cultura de la Generalitat, del que depende la filmoteca. Lo que el distrito quería evitar es que primero se inaugurase el edificio en medio de vallas y zanjas. No solo por seguridad, ya que los vecinos del entorno y los comerciantes llevan años esperando el fin de las obras.
Un episodio de filtraciones de agua que afectaron al sótano de la filmoteca alimentó los temores en el barrio de un nuevo retraso. "Eso se solventó", sostiene el Consistorio. "A principio del verano, hubo unas fuertes lluvias que inundaron muchos edificios, túneles y demás estructuras de la ciudad, y aparecieron humedades, pequeñas filtraciones, también favorecidas por las precarias condiciones de la red de desagüe de esta zona, bastante antigua y poco operativa. No fue nada grave ni dramático; el problema se identificó de inmediato y para septiembre ya estaba completamente solucionado", explica Mateo. El arquitecto ganó un concurso internacional al que se presentaron medio centenar de profesionales a finales de 2004.
Los vecinos aseguran que en la calle el ritmo de los trabajos se ha acelerado en los últimos días y que antes solo se veían uno o dos operarios en las zanjas. "Las obras de urbanización en la calle empezaron hace unas semanas, cuando certificaron el fin de los trabajos en el edificio. Antes no se podían empezar", apuntó un portavoz del Consistorio.
Cuando la filmoteca abandonó su sede en el antiguo cine Aquitània de la calle de Sarrià -concluyendo su programación con la emotiva proyección de El último show (The Praire Home Companion), de Robert Alman, y The last picture show, de Peter Bogdanovich- habían pasado 20 años desde su traslado, de la sala de Travessera de Gràcia, donde se creó en 1981. Quienes habían adquirido el abono de 2011, pensando que las proyecciones se harían en el edificio del Raval, tendrán una compensación económica al comprar el abono de este año.
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