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España es el país de la UE con más sobrecualificación

Casi un tercio cubre empleos por debajo de su nivel de formación

J. A. Aunión

España es el país de la UE con más trabajadores sobrecualificados, es decir, aquellos que tienen un título universitario o de FP de grado superior, pero ocupan un empleo por debajo de ese nivel: son un 31% (frente a un 19% de media europea), según un estudio de la oficina estadística de la Unión Europea, Eurostat, publicado ayer con datos de 2008. Eso, en cuanto a los españoles. Entre los extranjeros que trabajan en el país, la tasa sube hasta el 58%, la segunda cifra más alta, solo por encima de Grecia (62%).

La sobrecualificación es un grave problema que arrastra España desde hace años, pues es uno de esos países en los que el nivel de estudios de su población, sobre todo en lo que se refiere a las enseñanzas universitarias y de FP de grado superior, ha ido creciendo mucho más rápido que la cantidad de puestos de alta cualificación en una economía muy basada en el ladrillo y el turismo. Entre 1999 y 2009, el porcentaje de población española con estudios superiores pasó del 21% al 30%; entre los jóvenes, la tasa sobrepasó el 40% en 2010.

Tras España, Irlanda (con el 29%) y Chipre (27%) son los Estados miembros con mayor porcentaje de trabajadores nativos entre 25 y 54 años sobrecualificados, frente a la República Checa y Eslovenia (7%), que registran las tasas más bajas. En Italia es el 13%; en Alemania y Reino Unido, 20%, y en Francia, el 19%.

España ya aparecía en un estudio de la UE de 2008 (con datos de 2006) como uno de los países con más sobrecualificación; era del 38%, solo por detrás de Irlanda y de Estonia. Ambos estudios no son exactamente comparables, pues aquella cifra no diferencia entre nativos y extranjeros.

En cualquier caso, desde 2008 han pasado ya tres años de intensa crisis que no está claro cómo han podido afectar a los niveles de sobrecualificación en un país que en octubre superó el 20% de paro general y el 48% de desempleo juvenil. El catedrático de Psicología Social de la Universidad de Valencia José María Peiró explicó que, por un lado, el mayor desempleo entre jóvenes (donde la sobrecualificación se concentra) podría reducir la cifra: si están en paro dejan de estar sobrecualificados. Pero por otro lado, si el empleador tiene mucho más donde elegir, puede exigir más formación para un empleo que en realidad no lo requiere, lo que dejaría las cosas en el mismo sitio.

Lo que parece claro es que, si no termina de cambiar el tejido productivo español, el problema podría aumentar a medio plazo, pues con la crisis mucha más gente opta por estudiar: el alumnado matriculado en FP ha crecido más de un 20% en los tres últimos cursos; en la universidad, en torno al 10%.

Peiró insiste en que eso es difícil de predecir, pues, aparte de la coyuntura general, entran en juego las estrategias individuales como el emprendimiento (que requiere probablemente mayor apoyo público) o, quizá sobre todo, la movilidad, es decir, que las personas con alta cualificación vayan allí donde están los trabajos para ellos. Algo que ya está ocurriendo con la crisis: entre abril de 2008 y abril de 2010 emigraron desde España 110.000 personas, según un estudio de Adecco. La mayoría son jóvenes altamente cualificados.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.
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