Ni pesimistas ni evangelistas tecnológicos

"Más allá de la crisis económica, la educación reclama soluciones novedosas", sentenció ayer el presidente del grupo PRISA (editora de EL PAÍS) y del Patronato de la Fundación Santillana, Ignacio Polanco, en la inauguración de la XXVI Semana Monográfica de la Educación que la editorial dedica este año a la enseñanza en la sociedad digital.

Las jornadas, que se celebran esta semana en la sede madrileña de Santillana, arrancaron ayer con la presencia del ministro de Educación, Ángel Gabilondo; el secretario general iberoamericano, Enrique V. Iglesias; el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Telefónica, Javier Nadal, y el presidente del Grupo Santillana y director de la semana, Emiliano Martínez.

Este último recordó a los docentes que la escuela no puede ignorar el uso de las tecnologías: "La única manera de que la velocidad del cambio de paradigma no nos arrastre en el intento de convertir el enorme torrente de información de nuestro tiempo en conocimiento es saber manejar las herramientas digitales".

El documento Tecnología y escuela: lo que funciona y por qué, elaborado por Francesc Pedró, jefe de la Oficina Pública de Política Sectorial y TIC en Educación de la Unesco, es el punto de partida para el debate sobre los retos educativos y tecnológicos que tendrá que afrontar la escuela en los próximos años. "Nuestro modelo educativo no es el del siglo XIX, pero tampoco es el que necesitamos", reconoció el autor del informe.

Pedró aseguró que no existen los nativos digitales, ya que la facilidad en el manejo de determinados dispositivos no convierte a los adolescentes en individuos maduros para hacer un uso responsable de la tecnología, motivo por el cual la escuela debe ejercer un nuevo papel como formadora en este nuevo canal de conocimiento.

Pedró animó, además, a los docentes a ser imaginativos para hacer que los alumnos diferencien el buen del mal uso de la tecnología, entre el plagio y el enriquecimiento de un trabajo. La mayoría de los alumnos que están estudiando primaria y secundaria desempeñarán empleos que les obligarán a sentarse delante de un ordenador o una tableta. "A estas alturas no se pueden hacer juicios apocalípticos que sirvan para fagocitar la idea de que los ordenadores en las aulas solo servirán para perpetuar lo de siempre, con un mayor gasto de electricidad", apuntó Pedró.

El ministro de Educación en funciones, Ángel Gabilondo, tampoco cree que haya que caer en el "evangelismo" y pensar que las tecnologías vendrán a remendar todos los descosidos de nuestro sistema educativo. "Hay que tener un poco de mesura. La era digital en la que vivimos tiene sitio para los profesores, los libros y hasta la escritura a mano, no se nos vaya a olvidar de dónde venimos", dijo con cierta ironía, no sin recordar que la educación en nuevas tecnologías no depende solo de los profesores, sino que las familias también tienen que unírseles en el intento.

Escuche aquí la intervención de Ángel Gabilondo, el ministro de Educación