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El rechazo del sindicato de enfermería deja en el aire el acuerdo de los recortes en el ICS

El avance en las negociaciones del Instituto Catalán de la Salud (ICS) para pactar el recorte salarial de la plantilla ha topado con la escasa credibilidad que los sindicatos otorgan a los gerentes del organismo. Mientras que el resto de uniones sindicales dudan sobre la última propuesta que el ICS presentó el pasado lunes, el sindicato de enfermería SATSE dio ayer el primer paso. Y fue hacia atrás: "El texto está redactado de una forma que todas las promesas y garantías podrían convertirse en papel mojado", señaló un portavoz para justificar el rechazo del sindicato a esta propuesta.

El resto de centrales también ve con incertidumbre el texto presentado por el ICS, que recoge todas las garantías exigidas por los sindicatos: promesas sobre permanencia de interinos en la plantilla del año próximo, sobre la devolución en 2013 del dinero que se recortará de las nóminas y el mantenimiento de retribuciones. Pero el ICS no garantiza estos aspectos si la Generalitat aplica nuevos recortes en sanidad, o si, por ejemplo, desmantela, trocea y reestructura el ICS, una de las ideas que baraja el consejero de Salud, Boi Ruiz. "Todas las garantías se podrían incumplir a través de acuerdos del Gobierno catalán", protestó SATSE.

La calculada ambigüedad del texto abre al resto de sindicatos otra duda: la voluntad real del ICS y de Salud de alcanzar un acuerdo. "Tener que cumplir con las garantías de mantenimiento de plantilla y de personal eventual podría ser un impedimento el año próximo para llevar a cabo los planes para reestructurar el ICS", admiten fuentes sindicales. "Es probable que no les salga a cuenta", señalaron.

El ajuste salarial previsto, que el ICS ha reducido de unos 45 a 22,5 millones de euros, implicaría otro gasto añadido: el de la bonificación a la plantilla por cumplir el objetivo presupuestario de 2011, complemento que ascendería a unos 25 millones. Si no hay acuerdo, no se cuadra el presupuesto ni hay, por tanto, bonificación. El ICS, además, podría cumplir la amenaza que ya ha lanzado a los sindicatos: despedir a 1.500 empleados eventuales del organismo.

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