El Manga resiste el envite

Una legión de jóvenes, disfrazados de sus personajes japoneses favoritos, ha tomado este fin de semana el gran recinto de la Feria de Muestras de Armilla, en Granada, atraídos por la creatividad de un mundo paralelo que nace alrededor de este estilo de cómic que ha fagocitado al resto del género. El Salón del Manga de Andalucía se clausuró ayer con un nuevo récord de visitantes: más de 10.000.

Para sorpresa de muchos, el Salón del Manga apenas ha reunido a una decena de librerías. El resto de los stands ha estado dedicado al merchandising y los videojuegos, que atesoran el verdadero negocio. Los jóvenes, en su mayoría impúberes, acuden para convertirse en sus personajes admirados, como si de esa forma sortearan las dificultades de la edad o sus preocupaciones cotidianas.

El mercado asiático abarca también las series de televisión y los videojuegos

Los varones optaron mayoritariamente por los personajes de la saga Bakuman, protagonizada por dos dibujantes adolescentes que empiezan una carrera dentro del mundo del manga. "Ojalá pudiera llegar algún día a ser dibujante. Me apasiona el manga por los dibujos, porque son muy auténticos y llenos de expresividad", explica Julio Torné, un joven de 17 años que pasea atada a una correa a una mascota de peluche.

Las chicas también acuden disfrazadas pero con mucha menos tela. El mundo del manga las presenta como objeto de deseo, algo en lo que no ven inconveniente Cristina y Vero, de 19 años, transformadas en Nia y Yoko, sus personajes favoritos de Gurren Lagann, una serie creada por Hiroyuki Imaishi y convertida en un popular videojuego de Nintendo.

Precisamente, la zona de videojuegos ha sido la más concurrida el fin de semana. Los concursos de Dance, en los que los participantes deben seguir los pasos de baile de un gran monitor, o los juegos de aventuras han centrado la atención de los jóvenes, que hacían cola para participar.

Mientras tanto, el negocio del cómic agoniza, cada vez con menos público y con una mayor atracción por lo extranjero. José María García, responsable de la librería sevillana Mikami Cómics, reconoce que la crisis ha mermado el negocio español. "Aunque el público es muy variado, son los adolescentes quienes sostienen el negocio. Los jóvenes no tienen ingresos económicos y si antes podían comprar varios cómics ahora se llevan sólo uno y en oferta", explica, aclarando que es el manga el que salva el mercado. "El auge de este género es enorme, cada vez hay más traducciones y más eventos. La prueba es este salón y lo que ha crecido en los últimos años", añade.

De la misma opinión es Max Fernández, de la librería barcelonesa Glenat. "El manga está cerca de rebasar al cómic europeo en España, es cuestión de poco tiempo. En primer lugar el formato y el dibujo es más atractivo. Además, el ideal también lo es. El producto nacional está orientado al humor cuando lo que busca este tipo de público es aventura. En el manga la historia puede ir desde el mundo de los zombis hasta la conquista del universo", añade.

Este auge ha ocasionado una importante crisis en el cómic español. "Apenas se vende, pese a que hay grandes trabajos e ideas. De hecho, en todo el mundo está considerado como un cómic de gran calidad, pero ha sido arrinconado por el producto asiático, que es adictivo para los jóvenes", concluye Fernández.

En lo que sin duda el cómic japonés es superior al europeo es en su despliegue publicitario. De las diferentes sagas manga se han creado series televisivas de éxito mundial y videojuegos que entran en los hogares de jóvenes de todo el mundo, con una meditada dosificación de la violencia y la sexualidad para no resultar molestos pero suficientes para aparentar cierta trasgresión. "El componente sexual del manga es muy fuerte. Existen cómics para adultos que están únicamente dedicados al sexo. Los personajes son muy excitantes y es un reclamo como otro cualquiera", explica Alberto de la Plata, quien a sus 35 años se mantiene fiel al manga desde que descubrió el género en la década de los noventa.

El Salón del Manga de Andalucía también ha servido para promocionar a los jóvenes valores andaluces del género. El Instituto Andaluz de la Juventud dio a conocer el fallo del Certamen de Cómic que se convoca anualmente. En esta edición, la ganadora ha sido una joven ceutí afincada en Granada, María Dolores Aldea Armenteros, con un trabajo titulado El hogar de los juguetes rotos.